La noche tras la prueba de 20 kilómetros marcha fue dura para el atleta murciano Miguel Ángel López Nicolás y su entrenador, José Antonio Carrillo, quienes habían depositado todas sus esperanzas en lograr una medalla en los Juegos Olímpicos de Río. Pero el deporte mostró su cara más cruel al campeón de Europa y del Mundo. El undécimo puesto le dejó muy lejos de sus expectativas, que estaban puestas en subir al podio e incluso en conseguir el oro, una presea para la que partía como máximo favorito.

Ahora llega el momento del análisis, de entender por qué estando en un buen momento de forma, el deportista de Llano de Brujas, que en los últimos años ha respondido siempre en las grandes competiciones, nunca estuvo entre los mejores. Unas horas después de la prueba, José Antonio Carrillo atendió a LA OPINIÓN desde la Villa Olímpica. El entrenador murciano aún no ha encontrado una explicación lógica a todo lo ocurrido: «Todavía no tengo claro qué ha podido pasar. Ahora que ya hemos podido dormir y por lo poco que he podido hablar con Miguel Ángel, está claro que no encontró sensaciones desde el principio. De hecho, yo tampoco lo veía muy bien. Aunque normalmente suele salir agazapado en el grupito, la cara que le veía no era la que suelo verle en las competiciones», explica el ciezano, que también es el presidente del Athleo Cieza.

Carrillo se pasó las horas posteriores a la prueba analizando qué había podido ocurrir: «He meditado muchísimo para ver dónde nos hemos podido equivocar. Aunque normalmente, cuando hay victorias, suelen ser ellos los triunfadores, en las derrotas yo me echo mucha culpa. No sé dónde se ha podido fallar, tendré que analizarlo a lo largo de los próximos días e incluso cuando llegue a España», explica, para añadir que «ahora toca levantar el ánimo, aunque ya lo tenemos prácticamente levantado porque el viernes tenemos la prueba de 50 kilómetros marcha», dice.

Ni el entrenador del Cieza ni el marchador descansaron ayer. De hecho, poco después de atender a este diario, ambos salieron de nuevo al asfalto para empezar a preparar la cita del próximo viernes: «Ahora hemos quedado para entrenar. Vamos a hacer el primer entrenamiento de cara al 50 del viernes próximo. Tenía planificado que entrenara hoy (ayer para el lector), pasara lo que pasara, para limpiar las toxinas del esfuerzo del viernes y mañana (hoy para el lector) sí que a lo mejor hacemos un pequeño descanso para afrontar los días próximos entrenando para ese reto que nos espera», comenta.

La inexperiencia en la distancia de 50 kilómetros es uno de los hándicaps a los que se enfrentará Miguel Ángel López, quien ya dijo tras los 20 que quiere sacar el viernes toda «la rabia que llevo dentro» tras no conseguir el resultado esperado: «Va a ser el segundo 50 de su carrera deportiva y vamos a ver qué pasa porque no es nuestro fuerte, pero vamos a darlo todo para hacer una gran prueba y quedar con un buen sabor de boca», dice.

Tanto el marchador como su entrenador recibieron muchas muestras de cariño desde Murcia en las horas posteriores a la prueba. Para ellos lanza un mensaje Carrillo: «Quiero mandar un mensaje a todos nuestros seguidores y decirles que lo del viernes fue un tropezón, pero que nos levantaremos y seguiremos luchando para darle satisfacciones y alegrías a la parroquia murciana», termina diciendo el entrenador.