Mireia Belmonte García, además de ser la mejor nadadora de la historia de este país, gracias a sus diversos logros en Campeonatos de Europa, del mundo y Juegos Olímpicos, estudia el grado de Publicidad y Relaciones Públicas en la UCAM, entidad que además la patrocina, como a otros tantos deportistas, para que alcance sus metas deportivas a la vez que se forma cursando unos estudios superiores. Como cualquier estudiante de la denominada ´Universidad del Deporte´, Mireia tiene asignado un tutor personal que le asesora académicamente y personalmente en todo lo que ella necesite. La tutora de la catalana desde que comenzó el grado es María Ascensión Miralles González-Conde, licenciada en Ciencias de la Información en la rama de Publicidad, «se siente muy orgullosa» de dirigir los estudios de la deportista.

Este curso ha sido diferente por la celebración de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, los terceros en su haber, ya que la nadadora del UCAM Club Natación Fuensanta debutó en Pekín con tan sólo diecisiete años y participó en Londres, donde consiguió dos meritorias medallas de plata. La docente asegura que Mireia ha tenido que bajar la intensidad de sus estudios durante este año olímpico. «La matrícula ha sido de menos créditos para poderlo compatibilizar, porque sus entrenamientos se han intensificado mucho», comenta.

A pesar de que la nacida en Badalona reside en Madrid, ya que entrena a diario en el Centro de Alto Rendimiento Joaquín Blume, viaja a Murcia con asiduidad. «Viene mínimo una vez por semestre, o incluso dos para realizar parciales o prácticas. Intenta ajustarse al ritmo de los demás estudiantes, aunque su calendario particular como deportista siempre prevalece», expresa.

Los métodos de trabajo se han enfocado de forma que Mireia pueda desarrollar las distintas obligaciones estudiantiles. «Las nuevas tecnologías y la colaboración de los profesores han paliado cualquier dificultad que ha aparecido por la distancia», asegura Miralles, que define a la deportista como «una estudiante muy completa».

Con capacidad innata, trabajo y tesón ha logrado sus objetivos en la presente competición olímpica. «Estaba muy ilusionada y motivada, viajó a Río con las máximas aspiraciones», confiesa.

Por último, destaca el papel de la universidad y en concreto de su presidente, José Luis Mendoza, con los deportistas. «La labor de la UCAM no tiene precio», sentenció. «Estaba conmovido (Mendoza) cuando se enteró que Mireia, tras los Juegos de Londres, se estaba planteando retirarse, ya que un potencial de tal calibre no se podía desperdiciar», añade.