José Antonio Carrillo Morales (Cieza, 27 de noviembre de 1956) es el entrenador de Miguel Ángel López Nicolás. Elegido mejor técnico español de 2015, este licenciado en Medicina que decidió hace muchos años dedicarse en cuerpo y alma al atletismo, vive con intensidad las últimas horas antes de la cita de mañana viernes, a las 19.30 horas en España, donde su pupilo tiene la oportunidad de lograr una medalla que se resiste al deporte murciano desde Barcelona 92. Carrillo sabe que nunca ha estado tan cerca de la gloria pese a haber dirigido a destacados atletas como Juanma Molina y Benjamín Sánchez, todos ellos en la disciplina de marcha atlética.

¿Cómo ha sido la aclimatación de Miguel Ángel López a Río de Janeiro?

La aclimatación de Miguel Ángel ha sido perfecta. De hecho, creo que acertamos al venirnos el día 4 en lugar de haberlo hecho con la primera oleada de deportistas, que salió el 29 de julio. Con cuatro o cinco días sobraba y ya nos encontramos muy bien aquí.

¿Está su atleta en el mejor momento físico de los últimos tiempos?

Si te dijera que no mentiría, pero eso tampoco quiere decir nada en gran sentido positivo. Efectivamente, está en su mejor momento de forma y hemos preparado esta prueba con mucho mimo. Desde el 12 de junio estamos fuera de Murcia y todo marcha a pedir de boca. Solo nos quedan un par de días, un entreno de cambios de ritmo que realizamos hoy -ayer para el lector- y una precompetición mañana -hoy-, lo típico en los dos días previos. Y como yo digo, que el circuito nos devuelva en recompensa el trabajo que hemos realizado.

¿Cómo ha visto el circuito?

El circuito tiene pros y contras. El asfalto es magnífico, la ubicación no es mala porque está cerca de la playa y se verán bonitas imágenes, pero a mí lo que me interesa es la competición. En la prueba de los 20 kilómetros la organización ha previsto que sean vueltas de un kilómetro y hay una zona que es estrechísima. Hay 77 atletas inscritos según la última lista y 77 atletas para pasar por esa zona con avituallamiento incluido, puede haber algún que otro problema. Espero que Miguel Ángel esté listo, siempre delante y que lleve cuidado con los que vengan por detrás para que no se puedan pisar o caerse alguno.

¿Notan que la presión crece conforme no llegan las medallas de la delegación española?

Yo no noto ninguna presión. Ya dije el año pasado, antes del Mundial, que aunque estos son unos Juegos Olímpicos y se celebran solo cada cuatro años, intento inculcarle a Miguel Ángel y a mí mismo que es una competición más, de altísimo nivel, pero que todos los años tenemos una. En agosto de 2015 fue el Mundial y ahora tenemos otra. Hay gente que se sobreexcita demasiado o se pasa de rosca, y por eso le pueden venir las decepciones. Yo, pase lo que pase, nunca me voy a sentir decepcionado porque creo que el trabajo lo hemos hecho, y si todo responde como debe de ser, haremos el resultado que nos corresponda.

¿Han tenido tiempo de ir a ver otros deportes para desconectar?

Hemos tenido momentos, lo que pasa es que yo no me siento con ganas de salir de la Villa Olímpica hasta que termine nuestra competición. He podido asistir a alguna que otra y Miguel Ángel tuvo la oportunidad el martes de ver el España-Brasil de baloncesto. A partir del día 12 nos lo tomaremos con más relajación aunque tenemos más competición el día 19 con los 50 kilómetros, pero trataremos de ver algo, incluido Río de Janeiro.