HBO ha vuelto a hacerlo. Love & Death es una de esas joyitas que ha irrumpido por todo lo alto en el panorama seriéfilo cuando todas las miras estaban puestas en la temporada final de Succession. La serie protagonizada por Elisabeth Olsen ni siquiera estaba en mi radar y fue la última de mis opciones cuando la plataforma estrenó de golpe varios episodios de sus últimas miniseries la semana pasada. Me equivoqué al elegir primero Mrs. Davis (que, pese a mi devoción por Damon Lindeloff, me parece una soberana majadería). La historia de Love & Death atrapa, la banda sonora se sale y la interpretación de Olsen huele a premio. Increíble lo que ha triunfado esta mujer pese a tener la etiqueta de ser una estrella vinculada a los títulos de Marvel y ser la hermana pequeña de las hoy odiadas gemelas Olsen de Padres Forzosos. Wandavision es una de las mejores series de superhéroes de esta factoría y ella a nos había enseñado que era capaz de más con su papel en Sorry for your loss, uno de los títulos con los que Facebook tuvo un fallido intento de crear sus propias series.

Love & Death está basada en una historia real que tuvo repercusión mediática en los Estados Unidos a comienzos de los ochenta y sobre la que recomendaría no indagar para no perder el factor sorpresa. El guión juega mucho con la forma en la que va dosificando la información. De manera que cuando todo arranca, sabemos que hay un crimen, pero no sabemos ni quién ha muerto, ni quién lo ha matado. Es algo que nos irán desvelando cuando toque, pero mientras nos van presentando a los personajes. De cómo Candy Montgomery (el personaje que interpreta Olsen) decide tener una aventura con su vecino Allan Gore (Jesse Plemons) a pesar de que ambos están infelizmente casados. La monotonía en el pueblo se ve sacudida cuando la pastora de la congregación anuncia su divorcio. ¿Es esa ruptura la que enfrenta a Candy con la falta de amor de su matrimonio y la rutinaria vida de un ama de casa? La relación estaría basada solo en el sexo y queda excluido en el pacto que cualquiera de los dos se implique demasiado emocionalmente en la aventura. Hay una palabra hoy en día para eso, ¿verdad?

En la trama se nos va insinuando no puede terminar nada bien y ese homenaje a la escena de la ducha de Psicosis que hay al final del primer episodio nos lo confirma. Hemos tenido que tardar hasta el cuarto episodio para ver el momento del asesinato. Los investigadores del crimen se inclinaron más por una película de terror de la época, El Resplandor. Más que nada porque la víctima tenía más de cuarenta hachazos. El crimen se comete el día en que la familia protagonista va al cine a ver El Imperio Contraataca, las protagonistas bailan Fiebre del Sábado Noche en la discoteca y el haber llevado a una niña al estreno de Grease causa algún que otro conflicto familiar.

Se trata de una serie que desprende todo el aroma de Big Little Lies. Una historia de mujeres ambientada en un pequeño pueblo donde nunca pasa nada, hasta que un asesinato lo pone todo patas arriba. Hasta los títulos de crédito nos recuerdan mucho a aquella pedazo de serie que en su día protagonizaron Reese Whiterspoon y Nicole Kidman, con un recorrido por las calles de la localidad donde transcurre la trama y que casi podría ser otro personaje más de la trama. Cambiamos las paridisíacas playas de Monterey por Texas, eso sí. Entre los productores se encuentra uno de los máximos responsables de Big Little Lies, David E. Kelly, así como Nicole Kidman, que aquí se limita a realizar labores de producción. Llevar el sello aquella gran serie puede ser una ventaja o un inconveniente. No cabe duda de que se trató de un gran éxito que marcó un antes y un después, pero dejó el listón tan alto que no pudieron superarlo en la segunda temporada En este caso, no puede haber tentación de alargar nada artificialmente, porque se trata de una historia real, por lo que el argumento estará cerrado más que de sobra.

La serie contaba con otro inconveniente y es que hace muy pocos meses que en Disney se estrenó otra miniserie que contaba exactamente la misma historia: Candy. Asesinato en Texas. Analizando las dos, diría que los guionistas se han basado en los hechos que narra el sumario porque hay momentos de diálogo que son idénticos en una y otra. Esa manera de Candy de recitar de memoria su coartada a todos los que se encuentra por la calle el día de autos, aunque nadie se lo haya preguntado, por ejemplo. Por cierto, ya que estamos con homenajes al cine de terror, el primer episodio de la serie de FX se titula Viernes 13. ¿Es una alusión oculta a los hachazos? Aunque me parece que es la fecha del crimen. La versión protagonizada por Jessica Biel arranca precisamente con el momento que nos ha dejado esta semana la versión de HBO y es un interesante ejercicio sentarse a comparar las semejanzas y diferencias entre una serie y otra y cómo optan por dosificar la información. Las dos son muy disfrutables, pero Love & Death me está fascinando.