Manu vence a Rosa con un órdago 'express' en el Rosco y pone el broche de oro a 'Pasapalabra'

Una lección magistral de estrategia en el programa presentado por Roberto Leal

Manu vence a Rosa con un órdago 'express' en el Rosco y pone el broche de oro a 'Pasapalabra'

Manu vence a Rosa con un órdago 'express' en el Rosco y pone el broche de oro a 'Pasapalabra'

Abril Escalante

Abril Escalante

'Pasapalabra' no es sólo uno de los concursos más seguidos de la televisión por la emoción que despierta mientras se está jugando. Lo es también por lo que viene después: los análisis, los debates en redes, los comentarios entre espectadores que ya no sólo juzgan si un concursante sabe más o menos, sino también cómo juega, cómo mide, cómo decide.

Porque aunque parezca un formato sencillo, lo cierto es que hay toda una ciencia detrás. Desde la gestión de los segundos que se van acumulando en las distintas pruebas del programa, hasta la manera en que cada jugador se enfrenta a las definiciones del Rosco: qué palabras intenta asegurar, cuáles decide pasar, cómo regula el tiempo, e incluso (y quizá lo más interesante) cómo juega con la mente de su rival.

Y eso es precisamente lo que ha hecho Manu en su última aparición en el programa. Una jugada que ha sido casi de manual de estrategia, y que ha terminado descolocando por completo a su contrincante, Rosa.

Todo empezó con un detalle que nadie imaginaba que llevaría al desenlace que se vivía después. En la primera palabra del Rosco, la correspondiente a la A, Manu dijo simplemente “Pasapalabra”. Parecía que iba a ir con cautela, pero nada más lejos. En su primer turno lograba cuatro aciertos. En el siguiente cinco más. Después uno de ocho respuestas correctas seguidas que prácticamente le permitía cerrar la primera vuelta. Y así fue: en su siguiente jugada alcanzó los 21 aciertos... y ahí decidió plantarse.

Y ese movimiento lo cambió todo. Rosa estaba aún por la N, con tan sólo 7 aciertos. La única forma de empatar era encadenar 14 respuestas sin fallos y aunque lo intentó y llegaba incluso a sumar 19 respuestas correctas, acababa cayendo víctima de lo que muchos temen en esa fase final: “la segunda opción”: esa maldita duda que aparece cuando uno repasa las preguntas, cambia una respuesta y falla justo por haber dudado.

La estrategia de Manu fue un órdago en toda regla: viendo que no podía alcanzar el bote de 1.432.000 euros, decidió jugársela a la presión. Y le salió bien. Plantarse con 21 aciertos no solo le garantizaba un resultado sólido, sino que además obligaba a Rosa a arriesgar, a ir a contrarreloj, a lanzarse sin red de seguridad.

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