Asusta a su cita en 'First Dates' con su familia de Murcia: "Te saca el cuchillo"

Las visitas de los murcianos en 'First Dates' siempre dan más de lo que prometen. Hace tan solo unos días se viralizó el momento en el que un hombre de Albacete cargaba contra los murcianos por ser "muy secos" y la visita del icónico 'Follana' al programa el mes pasado daba la vuelta a España.

Otra de las grandes visitas representantes del sureste fue la cita entre Paula (de 21) y Víctor (de 23) con la que los seguidores del programa de Carlos Soberano solo disfrutaron de una divertida anécdota sobre cómo se conocieron, sino que también se llevaron una particular imagen de la familia murciana de Paula.

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Paula, una joven de murciana con un estilo entre "choni" y moderno (según sus propias palabras), y Víctor, un joven que se prepara para ser profesor de educación física, se convirtieron en protagonistas una velada llena de giros de guión inesperados. Desde que todo empezó, se notaba que las expectativas de ambos eran bien diferentes. Al principio, Paula confesó que se había quedado impresionada por el aspecto de Víctor: "Su altura me ha gustado, es moreno y tiene buen porte", confesaba, mientras que él reconocía que no suele fijarse en chicas con tatuajes: "Me fijo más en si hace deporte o no", comentó.

A medida que la cita avanzaba, los nervios hicieron que Paula hacían que la convesación fuera apagándose, algo que Víctor no pasó por alto: "No lo parece", le dijo en tono jocoso cuando ella admitió que tenía muchos temas en mente pero no conseguía exponerlos. A pesar de este pequeño obstáculo, ambos continuaron charlando y poco a poco empezaron a conocerse mejor.

Uno de los momentos más comentados de la velada llegó cuando Paula habló de su familia. En un intento de avisar a Víctor sobre lo que podría esperar si las cosas avanzaban entre ellos, Paula advirtió: "Son unos personajes... Mi padre, como es tan gracioso, si estuviéramos cenando o comiendo igual te saca el cuchillo jamonero y lo pondría al lado suyo, diciendo 'a ver qué quieres con mi niña'". Este comentario, que bien podría haber asustado a algunos, fue recibido por Víctor con una sonrisa y una respuesta llena de seguridad: "Yo estoy hecho para ello, aguanto a mi familia todos los días. Una familia más tampoco creo que se me eche encima".

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A pesar de las reservas iniciales de Víctor sobre los tatuajes de Paula, la química entre ambos fue claramente indiscutible: el joven incluso tomo la iniciativa y rompió el hielo de manera divertida cuando, en un gesto de "chulería" que encantó a Paula, lanzó illetes sobre la mesa para invitarla a cenar mientras decía: "Mira, mira, la propina".

Al final de la cita, tanto Paula como Víctor decidieron darse una segunda oportunidad. "Me lo he pasado muy bien" a pesar del momento de advertencia sobre el cuchillo jamonero.