Si para Rafa (y en parte también para Orestes) este lunes comienza la primera semana del resto de sus vidas, para Roberto Leal, el flamante presentador de la nueva temporada de 'Pasapalabra' el futuro no pinta igual de bien. La semana pasada, con el anuncio del reparto del mayor bote de la historia del programa, la cadena cosechó unos datos de audiencia sin precedentes que, ahora, corren el riesgo de producir un efecto rebote.

El jueves 16 de marzo fue el día elegido por Atresmedia para emitir el último programa de la batalla entre Rafa y Orestes: con una jornada especialmente seleccionada y un cambio de horario 'ad hoc' para la noche histórica, 'Pasapalabra' consiguió lo que se proponía: hacer historia no solo en la escala de los premios, sino también de la audiencia.

El programa alcanzó su mejor dato histórico: 37,4% de cuota de pantalla, 4.578.000 espectadores de media y 6.715.000 millones de espectadores únicos. En resumen, aproximadamente un 14% de la población española vio 'Pasapalabra' en algún momento de su emisión.

Batacazo de audiencias en 'Pasapalabra'

"Cuanto más alto, más dura será la caída": la paradoja de Emery ilustra a la perfección qué le ha sucedido al programa tras el relevo de Rafa y Orestes. La tensión entre ambos mantuvo unas cuotas de pantalla increíbles, especialmente durante la última semana, cuando la audiencia ya estaba pendiente de saber cuándo se iba a emitir el programa histórico.

Tras este récord, el descalabro ha sido espectacular: si el jueves se marcó una cuota del 37,4%, el viernes, con la llegada de los dos nuevos concursantes al programa, se descendió hasta un modesto (pero líder) 21,9% de share: quince puntos y medio menos de audiencia.