Luisa Fernanda, médica de familia de 26 años nacida en Colombia y residente en España desde hace "más de media vida", acudió a finales de noviembre a una grabación de First Dates. "Rellenas un formulario y, si les gustas, te llaman. A mí me contactaron inmediatamente", cuenta por teléfono a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA,. "A partir de tus respuestas buscan a alguien que encaje. Y conmigo, en cuestión de hobbies, lo clavaron: yo quería a alguien a quien le gustara practicar deporte, viajar y los idiomas. El problema vino después".

La médica, que vive en Canarias y viajó hasta Madrid para participar en el programa, se ha hecho viral en los últimos días por lo mal que fue su cita con Med, el joven de 27 años nacido en Marruecos y también residente en Canarias con el que la emparejaron. En el fragmento que más se ha movido en redes, Med habla de las propiedades nutritivas del pescado y el marisco y pone a prueba sus conocimientos, como si le estuviera haciendo un examen. "Ya que estudias medicina, puedes saber este tema cómo va. El cuerpo, ¿de cuánto está compuesto de agua? ¿De un 60% o un 70%?", le inquiere. "Depende de la edad y la masa muscular", responde ella. "Muy bien", dice él. "¿Cómo que muy bien? Me he sacado una carrera", ríe ella, atónita. "No hace falta sacarte una carrera para saber esto, con estar metido en el mundo del fitness te vale", zanja él.

El resto de la cita, emitida en el episodio del 23 de enero, no fue mucho mejor. Previamente Med, vendedor de coches, había interrogado a Luisa Fernanda por las fases del desarrollo muscular. "¿Ganancia, mantenimiento y qué más? Pérdida no, se llama tonificación. No es lo mismo perder peso que definir músculo. Simplemente te lo estoy explicando para que lo sepas. A la hora de hablar técnicamente en palabras, puedes expresar una cosa u otra". Le preguntó qué idiomas hablaba, se puso a hablar en inglés para comprobar qué nivel tenía ella —"so even if I talk to you in English you can understand everything, yeah?"— y criticó que su dicción no fuera tan fluida como la de él.

Med llega a incomodar a la camarera (la presentadora Elsa Anka) al pedir, cuando dice que sus platos ya los tienen preparados —tiene preferencias especiales por estar "en el mundo del fitness"— y que no toma postre, solo fruta si tienen. Su actitud arrogante y condescendiente no tardó en convertirse en un meme en redes sociales.

"Fue de mal en peor", cuenta la doctora, que mantiene desde entonces "una vida normal" con "un poco más de exposición" en redes. "A pesar de la actitud con la que empezó la cita, yo mantuve la esperanza de que me sorprendiera. Hay gente que te sorprende. Pero a él le daba igual lo que yo dijera, que fuera correcto o incorrecto. Él buscaba la espinita. Soy tan ingenua que pensé que lo hacía por curiosidad. Estuve incómoda, pero no fui consciente de lo mal que había ido y de la gravedad del comportamiento hasta que lo vi en televisión. O sea, sabía que era chulo, pero intenté minimizar su comportamiento. También fue un poco violento el final, cuando dijo que podría brindarme su amistad. ¡Se había comportado tan mal! Pensé: ¿pero este tío fuma o qué?". De hecho, en otro fragmento que se ha viralizado con fuerza, Luisa Fernanda zanja la conversación diciendo que ella con él no quiere ni amistad.

Hombres que explican cosas

Días después de hacerse viral, Luisa Fernanda abrió una cuenta en TikTok para dar su punto de vista sobre la cita, que fue "totalmente real y natural, como se vio en televisión". Explica que fue a First Dates con mentalidad de pasarlo bien y que terminó "enfadada y asqueada", sin saber qué hacer porque quería terminar la cita pero no sabía cómo (el programa se graba en un plató, corre con los gastos de desplazamiento y da a cada participante dinero en efectivo para pagar la cena). En sus vídeos aparece con la bata de pasar consulta y la banda de graduada en Medicina, bromeando con que a partir de ahora irá así por la vida —"y con el fonendo"— para que la tomen en serio.

¿Ha sido alguna vez más cuestionada por ser mujer, joven y médica? "Hay pacientes que te cuestionan por tu edad, pero, mientras la trates bien, a la mayoría de la gente le da igual", asegura. En citas previas, relata, nunca le había sucedido algo a este nivel. "Superó los límites. He estado viendo cuentas de psicólogos que lo han analizado y dicen que puede tener algún tipo de trastorno de la personalidad. No es normal. Me está mandando ataques, como buscando pelea y discutir, pero yo paso. No estoy para estas cosas". Se refiere a un vídeo en el que Med, en respuesta a sus TikTok, le recomienda "aprender a hablar" porque demuestra "demasiadas inseguridades".

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Uno de esos análisis, de la psicóloga y divulgadora Claudia Nicolasa, habla de la "superioridad del narcisista" y de cómo el joven de origen marroquí intentó desacreditarla para que se sintiera inferior. "Es una violencia encubierta difícil de detectar. No voy a comprobar tu conocimiento, lo voy a comparar con el mío, con algo que yo sé que sé, para quedar por encima. Es muy peligroso", expone Nicolasa.

Otro, desarrollado por la periodista Anna Pacheco en SModa, remite al "enésimo regreso del hombre que cree que tiene que 'enseñarle' a la mujer". "Estos días", escribe Pacheco, "no podía dejar de pensar en otras mesas, en otros hombres, en otras veces yo ahí sentada, asistiendo a esa coreografía del hombre que te explica cosas: el arqueamiento de cejas, preguntas de trivial con tono de maestro, alguna concesión ridícula ("muy bien, muy bien… sí que sabes cosas, ¡eh!"). En cómo son capaces de hacernos dudar, de desmantelarnos. Incluso aceptando que el vídeo de First Dates tiene una parte lógica de dramatización televisiva, el resultado es el mismo: captura esa sensación de interrogatorio para empequeñecerte".

En el año 2008, la escritora estadounidense Rebecca Solnit escribió un ensayo —Los hombres me explican cosas— sobre este fenómeno. "La mayor parte de las mujeres luchan en dos frentes en las guerras: uno que depende de cuál sea el motivo en discusión y otro por el simple derecho a hablar, a tener ideas, a que se reconozca que están en posesión de hechos y verdades, a tener valor, a ser un ser humano. Las cosas han mejorado, pero esta guerra no acabará durante mi vida". Dicho fenómeno terminó etiquetado, aunque no por Solnit, como mansplaining: neologismo que, de acuerdo a la RAE, "designa la explicación dada por un varón a una mujer en tono condescendiente, presuponiendo de forma injustificada desconocimiento de la cuestión por parte de esta".

Hay, por tanto, algo de universal en la actitud masculina a la que se enfrentó Luisa Fernanda. "Si tanta gente y tantas mujeres han salido a hablar de este tema es por algo", resume. "Como yo, entiendo que la gente considera que esas preguntas son un poco surrealistas para una primera cita, por mucho que haya quien le quiera excusar diciendo que solo son preguntas. Yo creo que en una primera cita no pintan nada".

La doctora agradece el apoyo recibido. Incluso políticas como Rita Maestre se han declarado públicamente en su equipo"No pensé que tanta gente se fuera a poner de mi parte porque no mostré lo mejor de mí durante la cita. Siendo sincera, estoy agradecida con la gente y con los análisis de los psicólogos", dice.

Si en el futuro alguien se ve envuelto en una situación similar, aconseja "no criticar o acusar a la mínima, porque no es lo mismo vivirlo en primera que en tercera persona. Es muy fácil decir desde tu casa: yo me hubiera levantado de la silla y me hubiera ido. Pero yo estaba ahí con las cámaras, no veía su postura corporal y quería darle una oportunidad", añade. "Cuando ves una relación de pareja y no sabes por qué alguien sigue metido ahí es porque no sabes cómo esa persona lo está viviendo en ese momento".