Ya deslumbró en el primer programa por su seguridad y organización, pero en la final de este jueves, en el momento del emplatado de su complejo menú compuesto de esas cosas que permiten las técnicas de vanguardia como las palomitas de aguacate, las esferas de queso y el bizcocho de sifón, el tarraconense Guillem Serrat, ya se mostró a sus 12 años como un profesional. El "caballito ganador" de Jordi Cruz, su ‘miniyo’, como confesó el miembro del jurado, se alzaba con el triunfo de Masterchef 9’ y un prometedor futuro como chef. Bendito confinamiento que le llevó a cocinar.

Al adelantar la final, el lunes ya podrás contar tu secreto en el cole. ¿Te costó mantenerlo?

Muchísimo. Pero sabía que un día lo podría decir y ya está. Y en el cole me recibirán como son: con fiesta, fiesta y fiesta.

Durante el concurso mostraste tu maestría. Pero con el emplatado del menú final ya todos tuvieron claro que ganarías. ¿Lo habías ensayado mucho?

Lo había practicado, sí Pero al final cambié algunas cosas sobre la marcha. Como se tiene que hacer en la cocina…

¿El menú del duelo final fue una creación tuya?

Sí, lo preparé yo solo. Pero los toques profesionales y el nitrógeno lo tenía que hacer con alguien, porque no era de alguien de mi edad. Y luego iba leyendo, mirando cartas de restaurantes y cómo se tiene que presentar un menú. Y lo de hacerle un homenaje a Catalunya fue porque veía que todos se lo hacían a alguien. Y como todos los platos tenían algo de mi tierra…

El gusanillo de la cocina te entró en el confinamiento. En lugar de jugar a la Play iniciaste una profesión.

Se tiene que decir que también jugaba a la Play (ríe). Pero me divertía. Empecé como de coña. Al principio no era tanta pasión, sino que era una manera de no perder el tiempo.

Jordi Cruz veía su ‘miniyo’ en ti. ¿Pensabas mucho en no fallarle?

Obviamente. Es que yo ya era fan de ‘Masterchef’ y veía que era el juez más crítico. Como Jordi era de Catalunya y perfeccionista, me gustaba mucho. Y cuando me dijo eso…

‘Masterchef’ empezó cuando tenías 3 años. Has crecido viéndolo. ¿Te imaginabas que algún día irías y ganarías?

Yo soy el típico que no se entera de nada. Había gente que me mostraba vídeos de Youtube y en aquel momento me molaba solo por el sufrimiento de los niños. Pero en el confinamiento empecé a fijarme más en la cocina de ‘Masterchef’. Lo veía los viernes, porque entre semana no podía. Le dije a mi madre que me quería apuntar, pero pensamos que las inscripciones estaban cerradas. Y no era así. Y, aunque me metieron mucha caña, pasé el ‘casting’.

Decías que antes te ibas a la cama pensado que no valías para nada.

Yo, de estudiante, como que no. Pero es que no había encontrado lo que me gustaba. Bueno, me gustaba el fútbol, pero, aunque no se me daba fatal, tampoco superbién. 

Qué bien que lo tengas tan claro lo de ser cocinero. ¿Es lo que estudiarás?

De momento voy a aprobar la ESO, pero me gustaría formarme en este tipo de escuelas. Me preguntan si pienso montar un restaurante. Pero primero tengo que pensar en una ESO y en un bachillerato, por si esto no me va bien. Pienso en el futuro, pero no tanto.

Cuando te dieron la chaquetilla de duelista dormiste con ella para que te diera superpoderes. También te llevaste al duelo el santo que te dio Pablo, tu compañero. Pero ¿cuáles son en realidad tus superpoderes?

Muy bien no lo sé. Soy muy alocado, pero creativo. Y tener las ideas claras y confiar en mí es lo que ha hecho que ganar el concurso. Y tener mano, obviamente, porque no es para creértelo, pero es que si no, no haces nada.

Paula Alós, ganadora de ‘Masterchef 4’ tiene un programa en El Super 3 y hasta ha hecho una retransmisión de la Cabalgata. ¿Te gustaría hacer algo en la tele?

Antes de mi pasión por la cocina ya me gustaba este mundo. Si sale algo lo aceptaré, obviamente.