Este jueves TVE estrenó Lazos de Sangre, programa que da el pistoletazo de salida repasando el pasado y presente de la familia de la Duquesa de Alba, una de las grandes sagas de nuestros tiempos, mediante los testimonios de Carlos Fitz-James Suart, heredero de todos los títulos. Además, también pudimos escuchar las palabras del que fue el último marido de la duquesa de Alba, Alfonso Díez, con quién vivió una segunda juventud antes de su muerte.

La intensa vida de la Duquesa de Alba

Cayetana sufrió su primer golpe desde muy pequeña pues a los ocho años perdió a su madre. Además, con la llegada de la Segunda República tuvo que exiliarse y viajó alrededor del mundo con su padre Jacobo. A su muerte, Cayetana obtuvo el título de Casa de Alba y fue patrona de la Fundación Casa de Alba, convirtiéndose finalmente en la mujer con más títulos nobiliarios, por encima incluso de la reina Isabel II de Inglaterra.

El 12 de octubre de 1947 se casó con Luis Martínez de Irujo y Artacoz. De su primer matrimonio nacieron sus seis hijos: Carlos, Alonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia. Entonces, el segundo palo para La Duquesa sería la muerte de Luis al ser diagnosticado de leucemia y morir en 1972.

Después, tuvo que pasar un tiempo para olvidar al que fue su primer marido. Pero el amor llamó a su puerta de nuevo y se casó por segunda vez con el ex sacerdote Jesús Aguirre el 16 de mayo de 1978. El enlace causó polémica, pero Cayetana hizo oídos sordos y vivió unos años muy bonitos con Jesús. Aguirre, falleció en 2001 debido a un cáncer de laringe.

La Duquesa siempre fue una mujer muy mediática. Desde sus matrimonios, declaraciones, pasando por todos los divorcios de sus hijos, etc. Pero lo cierto es que ella ha sido uno de los principales personajes sociales más importantes de los últimos años.

Alfonso Díez se convirtió en el tercer marido de Cayetana. Algo que causó controversias dentro del clan, pues no fue bien visto al pensar que Alfonso se iba a quedar con la herencia y ser 25 años menor que la Duquesa. Previo al enlace, Cayetana les donó su patrimonio para así no haber reyertas entre la familia.

Sin lugar a dudas, Cayetana fue una gran apasionada del flamenco. Tanto es así que cuando se casó con Alfonso Díez, no dudó en mostrar su alegría como recién casada y deleitó a la prensa descalza bailando sevillanas.

Su carácter rebelde y su carisma la convirtieron en uno de los personajes más queridos de las últimas décadas de España, convertida en la perfecta anfitriona de los rostros más internacionales a la par que la mejor embajadora de nuestra cultura. Todo ello representado en estas imágenes que demuestran que su recuerdo estará vivo siempre.