Cerca de nueve millones de telespectadores siguieron el domingo la primera parte de la producción, la máxima cuota de audiencia de la velada, con un 23,5 por ciento, informaron hoy fuentes de la ZDF.

La segunda parte, en la que se recrea el hundimiento del barco por el torpedero soviético, se emitirá esta noche, acompañada de una documentación con material histórico sobre la tragedia.

El "Wilhelm Gustloff" fue construido en 1938 como lujoso crucero por encargo del "Kraft durch Freude" ("La fuerza por la alegría"), organismo nazi para el entretenimiento vacacional, con capacidad para 1.500 pasajeros.

Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial pasó a utilizarse también como hospital flotante o para evacuar a personal, civil o militar, y entre sus misiones estuvo la recogida de los combatientes de la Legión Cóndor, en España.

El 30 de enero de 1945 zarpó del puerto de Gdingen, en el Báltico, con 10.000 personas en su interior, en su mayoría mujeres y niños, que trataban de huir del acoso del Ejército soviético.

Más de 9.000 personas murieron en las gélidas aguas bálticas, entre tripulación y pasajeros, lo que fue la mayor tragedia marítima de la historia, con seis veces el número de víctimas del "Titanic".

La tragedia del "Gustloff" fue durante décadas un tabú inclusive para los alemanes, puesto que todo intento de hablar de esas víctimas y de desplazados germanos entraba en el pantanoso terreno del revisionismo histórico.

El Premio Nobel de Literatura 1999 Günter Grass finalmente abordó el tema en su novela "Im Krebsgang" -"A paso del cangrejo", Alfaguara-, en 2002, y ahora la cuestión llegó a la masa de público.

La producción de ZDF, a cuyo preestreno hace unas semanas acudió la canciller Angela Merkel, es de formato televisivo, dirigida por Joseph Vilsmaier y con un amplio electo con los rostros más populares de la pequeña pantalla alemana.

La edición online de "Der Spiegel" lanzó una dura crítica contra la superproducción televisiva, con el argumento de que se trata de mero "kitch" al uso, en que se mezcla realidad y melodramatismo, y apuntalado en unos personajes unidimensionales.

El popular diario "Bild" trataba de establecer en su edición de hoy qué es verdad y qué es ficción en el serial.

Entre lo segundo coloca una historia de amor, entre lo primero el trasfondo histórico y, en el terreno de lo dudoso, el papel jugado por un marinero "inventado" por los guionistas, quien supuestamente vendió a los soviéticos la posición del barco.

Las circunstancias en que fue hundido el "Gustloff" siguen siendo hoy controvertidas. Parece que entre el mando del barco había diversidad de opiniones acerca de la ruta a seguir, siguiendo la costa o bien mar adentro.

Finalmente, la cúpula militar optó por lo segundo, en contra de la opinión de la tripulación civil, y fue ahí donde fue torpedeado por el submarino.

Asimismo no se ha llegado a determinar por qué llevaba encendidas las luces de posición, lo que favoreció su localización por los soviéticos.