MIGUEL HERNÁNDEZ VALVERDE

Nuestro rincón insólito de la semana lo encontramos en la zona de Caravaca de la Cruz, que el año que viene celebra su Año Jubilar.

Este recorrido es ideal para un paseo cómodo, relajante y ofrecerá unas vistas diferentes de la localidad. Para los amantes de la bicicleta ofrece muchas posibilidades, pero siempre y cuando uno esté bien preparado. Lo mejor es hacerlo en esta época, pero por su orografía es posible hacerlo sin muchos problemas en invierno, incluso con nieve se puede recorrer.

El trayecto recomendado dura aproximadamente unas dos horas y media, por lo que se puede plantear para pasar la mañana realizándolo y terminar comiendo en la ciudad, aunque también ofrece sitios para llevar unos bocadillos.

Itinerario recomendado

La primera parte, al igual que muchos otros lugares, la señalización brilla por su ausencia. En este caso, y hasta que no tomamos la pista asfaltada, las señales simplemente no existen, no sé si esto es bueno, lo que sí es seguro es que es malo.

Tomaremos la carretera que sale desde su famoso Templete dirección Moratalla, todavía dentro de la ciudad. A unos quinientos metros ´otra´ gasolinera a nuestra izquierda nos indica que debemos girar, bordeándola y dejándola a nuestra izquierda. Tras una pequeña subida, una mini central eléctrica nos servirá de referencia de nuestra dirección.

Justo al lado de la central, la casa forestal de Caravaca nos ofrece la primera señalización, a partir de aquí la señalización ya es un hecho. Tras recorrer unos tres kilómetros y medio en una pista asfaltada se encuentra el cruce donde dejaremos el coche. A la izquierda se queda la carretera que lleva hasta la casa forestal de ´la alberquilla´. El llamado Nevazo de Abajo, donde una pequeña área recreativa nos recibe, es el lugar elegido para dejar nuestro coche.

A partir de aquí, una ligera pero constante subida nos llevará tras una hora y media de caminata hasta el llamado Nevazo de Arriba. A los dos kilómetros y medio disponemos de un punto de agua, por lo que no es necesario que llevéis el agua cargada desde abajo. Aunque a la vuelta lo veréis, no dejad de volver la vista atrás para disfrutar de unas vistas relajantes.

Unos quinientos metros después del punto de agua, y al pie de la Peña Rubia, nos recibe la abandonada área recreativa del Nevazo de Arriba. Una lástima que a quien corresponda no cuide lo más mínimo lugares tan atractivos. Os recomiendo que si tenéis ganas y tiempo sigáis el camino unos metros más, hasta que a vuestra derecha avistéis el llamado Cortijo del Nevazo. Una hilera de nogales, pino negro y cedros os escoltarán durante este trayecto.

La vuelta se hace muy cómoda, ya que todo lo que hemos subido, ahora se convierte en una suave y permanente bajada hasta el coche.

Caravaca ofrece varias alternativas creativas para comer, desde las famosas Fuentes del Marqués hasta su tapeo en el casco viejo.

Pero permítanme quedarme con los huevos estrellados con gulas, patatas y jamón ibérico del Casón de los Reyes, que empiezan a ser ya un referente más allá de la comarca. Y, si le queda hueco, pida sus torrijas, no se arrepentirá.

Recomendaciones:

Calzado: cómodo. Dificultad: Baja. Mejor época: Otoño y también en invierno y primavera.