MIGUEL HERNÁNDEZ VALVERDE

Dentro de poco tiempo mucha gente hará un alto en esta ciudad para saborear y sentir este municipio que hace honor a su eslogan: 'Ciudad Natural y Señorial'.

Su Castillo y su todavía escasa oferta hotelera siguen siendo su verdadero freno para convertirse en un destino obligatorio para el turismo nacional e internacional. Una lástima que Paradores de Turismo no eche sus redes en este lugar, esperemos que éste sea el próximo reto de quienes dirigen el Consistorio.

Dentro de muy poco, a su especial atractivo habrá que unir el Yacimiento Romano de 'Villaricos' al cual le dedicaremos un especial, y si a este atractivo turístico de primer nivel algún día se le pudiera unir el proyecto de realizar una ruta circular natural alrededor del Embalse de la Cierva, es entonces cuando estaríamos hablando de un referente turístico diferenciador, y, tanto social, económica como laboralmente, esta comarca lo necesita.

La ruta que os recomiendo comenzará en la Glorieta de Juan Carlos I, junto al Convento e Iglesia de San Francisco (el cual lleva camino de convertirse en Museo, y esperemos y deseemos que en mucho más, un edificio que está llamado a convertirse en su particular joya de la ciudad), de aquí nos dirigiremos por la calle empinada del Caño para salir a la plaza del Ayuntamiento, donde uno se puede recrear en esta peculiar y hermosa plaza.

Una vez en la plaza, tomaremos por la Iglesia de San Miguel (con museo incluido) para dirigirnos a la Ermita del Carmen, para después por la Calle Santo Domingo llegar hasta la Iglesia y replaceta del mismo nombre, merece la pena que nos recreemos un poco en este bonito mirador, desde aquí la Calle de la Monjas nos lleva directamente a uno de sus mejores atractivos: El Real Monasterio de la Encarnación.

Este Convento debe su fundación al muleño Pedro Botía (Fray Pedro de Jesús), que ejerció durante más de una década de consejero de D. Juan José de Austria, hijo bastardo de Felipe IV. Carlos II lo incluye finalmente dentro del Patrimonio Real.

Lo más curioso de este lugar sigue siendo sin ninguna duda su forma de entrar en él. No existe horario establecido, tan sólo hay que traspasar su puerta, tocar el timbre y tras contestar a una voz que nos dice "Ave María Purísima", hay que pedirle si es posible visitar el Monasterio. Ya tan sólo nos queda esperar que no hayamos cogido a las 'Madres' en un mal momento, si hay suerte (habitualmente no hay problemas) nos entregarán las llaves a través del original torno. Toda una experiencia para los tiempos tecnológicos que corren hoy en día.

Desde aquí y ya en continuo descenso por la Calle del Santo, nos dirigiremos al Museo del Cigarralejo (tras pasar por una artesanal alfarería que merece la pena), donde sus piezas de arte ibérico encontradas en su yacimiento (Poblado, Santuario y Necrópolis que se encuentra a unos 3 kilómetros de la ciudad) harán las delicias de sus visitantes.

Para terminar, la Fundación de la Casa Pintada Museo Cristóbal Gabarrón, pondrá el broche de oro a esta jornada antes de ir a comer en alguno de sus restaurantes, yo siempre que voy, aprovecho (tras tomarme el aperitivo en el famoso Salazar, el mejor lugar donde tiran la cerveza) que frente al Museo del Cigarralejo y junto a la Biblioteca y Archivo, hay un lugar con un patio central que tiene una relación calidad precio muy buena, y también un buen servicio: 'El Hogar'.

Personalmente os recomiendo que tras reposar la comida, subáis hasta el Castillo para observar el paisaje que se divisa desde su atalaya, aunque se puede subir en coche sin ningún problema, un paseo vendrá mejor, pero eso dependerá de cada uno. Buen Viaje.

Itinerario recomendado: De fácil localización, hay que tomar la autovía del Noroeste, tras pasar el cruce de Campos del Río, hay que tomar la salida que nos indica Yechar, Pliego y Mula, también es recomendable pasar por sus Baños (lástima que sigan sin ser explotados turísticamente como se merecen). También podremos entrar unos diez kilómetros después, tras pasar el Embalse de la Cierva por la carretera del Niño de Mula (también un buen y conocido sitio para comer).

Recomendaciones:

- Calzado: cómodo

- Dificultad: baja

- Mejor época: todo el año, pero sobre todo en primavera. Una vez en la vida vaya a vivir su especial y única 'Noche de los Tambores'. Martes Santo a las doce de la noche.