Todo llega a su final, y con Fuente Álamo terminamos un viaje que comenzó a primeros de año, y en el que hemos recorrido los 45 municipios de la Región de Murcia. Y he querido terminar aquí, en el corazón del Campo de Cartagena, donde la agricultura vive momentos delicados y difíciles, y que estoy convencido que a medio plazo, será un referente de una agricultura respetuosa con el medio ambiente, especialmente a través de su Parque Tecnológico. Como dice su alcaldesa, Juana María Martínez: «Están empeñados en convertirla en una villa sostenible y ligada al medio ambiente».
Dice Juana María que me encuentro ante «unas gentes que son abiertas y dinámicas, donde sus tradiciones y su cultura están estrechamente ligadas al sector primario». Y es cierto, desde que uno toma dirección a esta localidad, los campos agrícolas son un hervidero de gente trabajando la tierra; los colores de las lechugas, escarolas y alcachofas, se ‘arrejuntan’, como dicen en la huerta, con limoneros y naranjos, creando un paisaje diferente.
Al llegar al centro de la ciudad, llama poderosamente la atención su ‘Aljibón de Corverica’, ubicado en un cuidado entorno antes de cruzar su famosa rambla que desemboca al otro lado en su Iglesia de San Agustín, centro neurálgico de la villa. Unos metros antes, destaca de manera especial el Museo de la Ciudad, que se convierte en su pulmón cultural.
Pero uno de los mejores argumentos que tiene esta ciudad para merecer su visita está en su gastronomía. Pero antes de comer, les recomiendo dar un paseo por sus alrededores, y, principalmente, acercarse a un balcón natural que se ubica en una de sus múltiples pedanías, Pinilla.
Antes de llegar a esta pequeña pedanía, pare un momento en Campillo de Arriba y de Abajo, su Ermita bien merece una pequeña parada. Al llegar a Pinilla, a los pies de su Iglesia, encontrará un homenaje a las personas que llevaron a sus hijos e hijas ‘a coscaletas’, lo que, sin duda, a uno por lo menos le hace retrotraerse en el tiempo.
Deje el coche aparcado aquí, en veinte minutos llegará andando -tras una pequeña pero pronunciada cuesta- a su mirador, donde su Sagrado Corazón yace abandonado y olvidado; una lástima que lugares así no se mimen mucho más. Desde aquí, podrá observar no solo Fuente Álamo, sino el conjunto completo de lo que significa la Comarca del Campo de Cartagena.
Ya de vuelta, les recomiendo pararse y disfrutar de uno de esos rincones y jardines mágicos que uno se encuentra de vez en cuando en la vida: me refiero a su complejo turístico Santa Eulalia, un lugar que parece sacado de una película de dibujos, un espacio singular, donde incluso podemos iniciar un recorrido por las diferentes sendas que ofrece esta localidad.
La gastronomía del Campo de Cartagena
Dicen que comer en la Hacienda El Álamo era un lujo al alcance de muchos bolsillos; quien me lo dice, se compromete conmigo a ir un día a comprobarlo, cuando reabra sus puertas. Me fío de ella, es buena gente, como la mayoría de las personas que conozco de aquí.
En el Buen Yantar, ubicado junto a la Casa Consistorial, sí he comprobado que sus paletillas y sus carnes a la brasa merecen la pena; pero por lo que más quiera, pruebe también las alcachofas que hacen por esta zona, y recuerde dejar un hueco más o menos grande para un postre: no se vuelva sin echar en el maletero, nunca mejor dicho, sus espléndidos y grandiosos ‘cuernos’ que hacen en la confitería Las Marquesas. A veces saltarse las dietas también tiene premio.
El Triatlón más famoso del Mediterráneo
El Triatlón Internacional de Fuente Álamo, que ya sobrepasa sus treinta ediciones, sin ninguna duda se ha convertido en uno de los mayores acontecimientos deportivos de la Región de Murcia. Y es que el deporte en este municipio ha echado raíces profundas.
Estoy seguro que el próximo año, tras dos años de ausencia presencial a causa de la pandemia, volverá a llenar sus rincones y espacios con cientos de atletas, y, de nuevo, se convertirá en la capital de España por un día de un deporte que sigue dando alegrías y deportistas de alto nivel a la Región.
Con Fuente Álamo ponemos el broche a este maravilloso viaje que hemos realizado durante cuarenta y cinco viernes por toda la geografía regional. Gracias a la Federación de Municipios, por creer en este proyecto; gracias a La Opinión, por poner todo un grupo de profesionales para que cada viernes hayamos podido acercar un poco más a sus lectores los numerosos atractivos que tenemos en esta parte del sureste español. Gracias a Alberto, Silvia y Julio (La Opinión), por poner en cada rincón su conocimiento y su grano de arena. Pero, sobre todo, a las alcaldesas y alcaldes, concejales y técnicos de turismo por mostrar a los lectores de La Opinión vuestro pueblo, vuestra ciudad, vuestros rincones.
Buen Viaje.