No se entiende San Javier sin la Academia General del Aire (AGA), ni la Academia General del Aire sin San Javier, y es que dentro de un lustro (2027), el ejército del aire cumplirá cien años surcando los cielos de este lugar privilegiado.

La Academia, sin duda, le ha dado a este municipio lo mejor de sí misma, y tanto San Javier como sus ciudadanos han estado a la altura de las circunstancias, por lo que este ‘matrimonio’ ha gozado de innumerables encuentros memorables. La Patrulla Águila se ha convertido en un referente mundial de vuelo acrobático.

Pero San Javier ha demostrado en estos últimos años que es mucho más que la ciudad que alberga la cuna de miles de pilotos que llevan su nombre por el mundo, y es en la cultura donde, sin duda, ha conseguido situarse a la altura de los mejores.

La Patrulla Águila se ha convertido en un referente mundial de vuelo acrobático.

Pero antes de rendirnos a sus festivales de música o de teatro, permítanme que viajemos por sus playas, sus paseos y sus museos.

Pocas regiones tiene la suerte de tener a ‘tiro de piedra’, durante la primavera y el primaveral otoño que se vive en esta zona de España, la posibilidad de pasear por este remanso de vida y paz, solo alterado por el ruido de los motores de los aviones de caza, que muchas mañanas aterrizan y despegan de un aeropuerto que, durante estos últimos años, no solo recibía premios por su gestión, sino que era un hervidero de turistas entrando y saliendo durante las horas libres que el ejército compartía con la aviación civil.

San Javier, un día cualquiera, es una ciudad viva, llena de emprendimiento, sol y color, donde sus gentes llenan sus plazas y calles. Acercarse a la capital es, para ellos, algo tan habitual como normal, pues está a menos de media hora. Así, este pequeño paraíso dispone de la vorágine de una capital con más de medio millón de habitantes, y eso la convierte en un lugar idóneo para vivir durante todo el año.

La Cultura por bandera

Este año, su afamado Festival de Teatro, Música y Danza cumple la friolera de 51 años. Esperemos que este verano, del 12 al 24 de agosto, miles de personas puedan volver a visitarlo, con las precauciones sanitarias debidas, y San Javier se convierta en la capital de la cultura en la Región.

Quince días antes, el 16 de julio, el jazz volverá a reinar bajo las estrellas, y es que su Festival de Jazz, declarado de Interés Turístico Nacional hace tres años, atrae a amantes de este género musical desde fuera de nuestras fronteras nacionales.

Poco a poco, San Javier irá recuperando, no solo la normalidad, sino la hegemonía como una de las capitales culturales del levante español.

del Mar Menor

La agricultura, ante sus años más difíciles

Los turistas solo vemos una parte de San Javier, incluso se puede ver la gran laguna desde los dos lados de la orilla; es lo que tiene este municipio, que parte de él se encuentra en La Manga, aunque para llegar a esa parte se han de cruzar varios municipios. Pero hay otra parte de su economía que pivota sobre su agricultura, un sector que en los últimos años está viviendo una situación crítica y que está condicionando de una manera brutal su futuro a orillas del Mar Menor.

Y si San Javier bien merece que paseemos por él durante la primavera, el verano y el otoño, también en invierno, gracias a su clima, este municipio se convierte en una apuesta segura. Incluso a primeros de diciembre celebran sus fiestas patronales, San Francisco Javier, que enlazan con su mercado navideño y un belén, que presumen es el más grande de España -imagino que será verdad-; si no lo han visto, esta Navidad acérquense a verlo, merece la pena. Ah, aprovechen su visita y, al lado de la Plaza de España, entren a disfrutar de su Museo, donde una sala está dedicada a la Academia General del Aire.

Gastronomía a orillas del mar

Antes de la pandemia de coronavirus, los turistas y visitantes llenaban las terrazas de la localidad, con vistas al Mar Menor, para degustar sus arroces y pescados. Día a día, esa imagen sigue recuperándose, los bares y restaurantes de San Javier vuelven a sonreír y, por lo tanto, la vida vuelve a brotar a orillas de una laguna, que esperemos que no vuelva a recordarnos su fragilidad.

Tanto en San Javier, Santiago de la Ribera como en La Manga, hay lugares especiales para sentarse a tomarse una cerveza y un rico pescado, o simplemente una tapa. Le recomiendo que tanto en la Oficina de Turismo, como en su más que aceptable página web, haga caso a sus recomendaciones, y es que aquí la gran suerte es que lo bueno abunda.

Rescatar el antiguo Hospital de Los Arcos

En un enclave de ensueño, el antiguo Hospital de Los Arcos, propiedad de la administración autonómica, está casi abandonado. Sería bueno que, algún día, este emblemático edificio tuviera un futuro abierto a la sociedad, y es que pocos lugares tienen el lujo de dormir cada noche donde se juntan el cielo y el Mar Menor al caer el sol. Sería todo un síntoma de buena gestión que este lugar se convirtiera en santo y seña de la ciudad de San Javier.

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