Las Caras del Vino: Juani y Salvador - Bodega Diecinueve Añadas

Juani y Salvador - Bodega Diecinueve Añadas / Víctor Soriano

04 JUL 2025 0:59

Actualizada 04 JUL 2025 11:55

Cuando me hablaron de Diecinueve Añadas me comentaron que era una bodega muy pequeña y familiar, ubicada en Cehegín, y que era un proyecto muy especial, que habían creado Juani de Maya y su marido Salvador.

Juani y Salvador - Bodega Diecinueve Añadas / Víctor Soriano

Me puse en contacto con ellos, para explicarle el proyecto fotográfico que estaba realizando, Las Caras del Vino, y si les apetecía participar. A la semana siguiente me encontraba en la puerta de su casa/bodega para charlar sobre su proyecto y hacerle unos retratos, tal como habíamos quedado.

Me encontré con un matrimonio encantador, ubicados en una pequeña bodega en las afueras de Cehegín, rodeada de viñedos de distintas variedades, algunos almendros y olivos, con una preciosa casa rural restaurada, y todo el espacio de alrededor lleno de rincones fantásticos y auténticos para hacer no una sino muchas sesiones de fotos.

Juani y Salvador han creado un universo lleno de emociones alrededor de su pequeña bodega, porque además de hacerlo todo de forma artesanal, han unido la enología, con la risomemoria, ya que ademas de hacer catas para probar sus vinos y visitar su bodega, organizan talleres risoteraúpeticos, cosa que me dejó un poco sorprendido.

Juani hace años heredó la casa del abuelo, que era de su padre y junto con Salvador decidieron restaurarla. Salvador al principio no sabia muy bien que hacer con todos los terrenos y, gracias a la investigación que hizo, supo que antiguamente allí mismo había habido un viñedo. Contando con la experiencia y sabiduría de un vecino octogenario, plantaron los sarmientos de su propia poda y con las técnicas más tradicionales, comenzaron esta nueva aventura.

Con los primeros racimos que nacieron hicieron una primera cosecha que les proporcionó 6 botellas de vino, y durante 19 años continuaron disfrutando de las vendimias, plantando más viñedos, creciendo como bodega particular, formándose en el mundo del vino, visitando bodegas, y sobre todo vendimiando con amigos y convirtiendo todo esto en una experiencia año tras año.

Hace unos 2 años, les propusieron dar el salto y comercializar sus dos vinos: Arte de Dama y Paraje Vizcaíno, y de esta forma Juani, que es una mujer valiente y emprendedora, ademas de risoterapeuta, junto con Salvador, profesor jubilado y experto en memoria cognitiva, decidieron embarcase en un proyecto como éste para disfrutar aún más de este apasionante mundo del vino.

En la bodega puedes encontrar El Paseo de las Emociones, un camino que te lleva hacia un árbol centenario que se ve al fondo, y que es donde se realizan las catas, eventos gastronómicos y unas cuantas cosas más. Ademas en la zona de la bodega, te puedes encontrar una colección de más de 500 sacacorchos que han ido coleccionando desde jóvenes, porque en realidad ellos han sido siempre unos apasionados del vino, y eso se nota.

Hacen una producción totalmente artesanal, desde la recogida de la uva hasta la guarda que tienen allí mismo en un sótano-bodega con una elaboración basada en la biodinámica y la ecología, y con una producción en torno a las 2.500 botellas.

Lo que más me gustó de la visita, además de conocer y charlar con Juani y Salvador, sin duda, fue la amabilidad, la autenticidad y el cariño que se siente en un lugar tan concreto como la Bodega Diecinueve Añadas y el entorno que les rodea, aparte del almuerzo y del vino que tan amablemente preparó Juani.