Recuperar la tradicional forma de comer productos naturales y equilibrados de la dieta mediterránea en torno a una mesa familiar, con la televisión apagada, moderando la ingesta de grasas, azúcares y sal sin olvidarse de la leche, que es uno de los alimentos más completos, es la forma imbatible para derrotar la pandemia de la obesidad.

Hay que huir de la 'cocacolización' que llena los estómagos de refrescos y comida rápida y recobrar el gusto por las verduras, las frutas, los pescados y las carnes una vez cada quince días, resume la receta del ya fallecido Manuel Serrano Ríos, miembro de la Real Academia de Medicina, jefe de Medicina Interna del hospital Clínico de Madrid, catedrático de la Universidad Complutense y una de las primeras figuras españolas en materia de Nutrición.

Una dieta equilibrada facilita la reducción del colesterol malo y aumenta el bueno y un aliado perfecto para conseguirlo es el tuno indio canario, la fruta del cactus baja en calorías, que contribuye a controlar el peso, rebajar el colesterol malo, combatir las patologías gastrointestinales y hepáticas, la tos y hasta los problemas bronquiales y el asma.

"Lo licúo junto a zumo de naranja y es delicioso". explica el chef Germán Ortega, maestro de cocina en el restaurante La Aquarela de Mogán (Gran Canaria), donde crecen salvajes estos cactus traídos al archipiélago desde América en el siglo XV, cuya fruta está repleta de fibra dietética que ayuda a regular la digestión y combate el estreñimiento.

Repletos de mucílago

Los tunos están llenos de mucílago, un tipo de fibra soluble viscosa, que arrastra a través de las heces fecales las toxinas, y protege las arterias.

"Hay que tener cuidado con las púas que recubren el tuno, quitarle la cáscara y las pipas y mezclarlo con algún tipo de zumo para atenuar la viscosidad del fruto que es donde están todas sus propiedades benéficas para la salud", añade Ortega mientras prepara un delicioso jugo de tuno indio canario en Peseta, el espacio gastronómico que asesora en el Hotel Paradisus Gran Canaria de la cadena Meliá.

Una tunera.

Nutricionalmente la fruta fresca del tuno tiene hasta un 21 % de fibra dietética, gran cantidad de vitamina C y magnesio, que alcanza en una taza de zumo un tercio de las necesidades diarias, explican el tunocanarias.com.

Su mucílago contiene ácidos grasos Omega 3 y 6 y es una fuente rica en compuestos antioxidantes como polifenoles, betalaínas y carotenoldes.

Aporta mucho más potasio, vitamina E, magnesio, calcio y vitamina K que el plátano o el dátil. El tuno indio les supera también en cantidades de minerales y vitaminas.

Además de mejorar el tránsito intestinal, esta fruta tropical tiene poder saciante y sirve de alimento a las bacterias buenas de nuestra microbiota o flora intestinal tan determinante a la hora de protegernos contra todo tipo de enfermedades.

El tuno se puede comer crudo, hervido o incluso como cobertura de quesos. También es empleado en jugos, mermeladas y todo tipo de recetas para dar color a los platos.

Estos son los 10 grandes beneficios de esta increíble fruta:

1. Control de peso y colesterol

2. Contiene vitaminas y nutrientes que contribuyen al fortalecimiento de los huesos, la oxigenación de los glóbulos rojos y mantenimiento de los niveles de hemoglobina

3. Ayuda a evitar úlceras y limpia el colon

4. Previene el estreñimiento

5. Limpia el hígado gracias a sus poderosas propiedades metabólicas. Es usado incluso en el tratamiento de enfermedades como la cirrosis hepática

6. Evita las enfermedades cardiovasculares al estimular la circulación sanguínea y combatir la acumulación de grasa, lo que reduce en gran manera el riesgo de enfermedades cardiovasculares

7. Es eficaz contra la osteoporosis por su contenido en calcio, vitamina D, C y magnesio

8. Alivia los dolores de cabeza y de cabeza por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas.

9. Actúa como antiinflamatorio

10. Evita la caída del cabello y protege el cuero cabelludo