La gastronomía lorquina es como los buenos caldos: el resultado lento, pausado y profundo de siglos sabiendo hacer bien las cosas con los productos que regala esta tierra, a pesar de la escasez de agua.
Gracias a las técnicas que los árabes trajeron de oriente y que aquí perfeccionaron aprovechando los sistemas de riego romano que encontraron, el milagro del agua inundó, junto con el sol del mediterráneo, los fértiles valles y campos de Lorca, conformando el exitoso sistema de riego que alimenta nuestra huerta.
Disfrutamos hoy de una herencia gastronómica macerada con recetas tradicionales adquiridas, influenciada también por la cultura judía o sefardí que habitó la Lorca medieval, y sazonada con las múltiples especias que trajo cada cultura y sembraron aquí para deleitar con nuevos sabores a nuestros paladares.
Agua y sol en tierra fuerte y fértil; ricos vegetales, carnes y pescados que gentes luchadoras han sabido crear y trabajar al tiempo que transmitían las formas de elaboración culinaria de generación en generación. Esta es la base de la gastronomía lorquina de la que hoy podemos presumir en la carta de cada restaurante, de platos elaborados como antaño con las mejores y más frescas materias primas que esta tierra nos regala todo el año.
Así pues, cobran especial protagonismo la alcachofa o el alcancil y el brócoli; el cerdo, el conejo, el pavo y el chato murciano; crespillos y empanada; la almendra y los turrones; dulces como la tortada lorquina, los ‘chochos’ y las ‘picardías’; los embutidos y encurtidos; el vino y los quesos, siendo estos últimos merecedores de prestigiosos premios internacionales.
Una tierra generosa que también ofrece sus frutos a cada rincón de Europa y del mundo. Pero que es aquí, en la Ciudad del Sol, donde mejor se comportan; de la mano de los mejores cocineros y restauradores, aquellos que saben y valoran de donde nace cada sabor y cómo hacer que brille en cada plato, en cada mesa de las muchas y soleadas terrazas que los establecimientos lorquinos, generosamente, te invitan a degustar.
Desde los típicos y tradicionales merenderos diseminados por los jardines, paseos y la huerta lorquina hasta los más elaborados e innovadores platos que los hosteleros lorquinos ofrecen a sus comensales, todo invita a comer y disfrutar en Lorca. Os esperamos con los brazos abiertos, la mesa puesta y la mejor de las sonrisas.
