Desde sus comienzos como sede del Rectorado, la Convalecencia ha sido un referente artístico. Ya en sus primeros momentos fueron habilitados los dos vestíbulos del sótano, inaugurados por el excelente artista murciano Manuel Muñoz Barberán. Pero al artista Pedro Borja el edificio se le quedó pequeño para uno de sus originales montajes que, como toda la obra de este autor, fue centro de la polémica. El artista decidió sacar su obra a la calle. El Rectorado de la UMU se erigió, durante varias semanas de 1992, en centro del arte más vanguardista por mor de la obra de este creador que casi tres décadas después continuaba sorprendiendo con sus arriesgadas propuestas. En la foto de Ángel Martínez, Pedro Borja en pleno montaje de su obra.