Los municipios de Bullas y Cehegín cuentan con la fortuna de poder compartir en sus territorios uno de los parajes más bonitos y singulares de toda la Región de Murcia, declarado de interés paisajístico natural por su belleza y valor ecológico: el Valle del Aceniche.

Se trata de un paisaje cubierto de viñedos y rodeado por densos pinares tanto de la Sierra de La Lavia, como de la de Ceperos, Ponce y Cambrón. Situado a una altura aproximada de 850 metros, lo que le sitúa como uno de los más altos de toda la Región de Murcia, este valle es un lugar ideal para el cultivo de la vid, y por ello no es de extrañar que allí se sitúen varias bodegas pertenecientes a la Ruta del Vino de Bullas.

Poseedor de un microclima excepcional, el Valle del Aceniche se caracteriza por una alta amplitud térmica entre el día y la noche durante el periodo de maduración final de la uva, lo que confiere a sus vinos unas características particulares muy apreciadas por todos aquellos que los degustan. Ya sea para conocer un poco mejor el proceso vinícola, o por simplemente disfrutar de la tranquilidad que allí reina, el Valle del Aceniche se ha convertido en un destino único en toda la Región de Murcia.

Puerto del Aceniche

Al final del valle se encuentra el llamado Puerto del Aceniche, donde un mojón de piedra del Siglo XVIII, con una altura total de 3 metros y unos noventa centímetros de ancho, ha marcado historicamente el punto en el que confluyen los términos municipales de Cehegín, Mula y Lorca. Además, por este puerto discurre una vía pecuaria, tradicionalmente utilizada para el tránsito de ganado, con una longitud aproximada de 2.800 metros y una anchura de 75 metros.