Librilla cuenta con una de esas zonas de la Región de Murcia cuyo entorno se asemeja más a un paisaje lunar que a uno del propio Planeta Tierra: El Barranco del Infierno. Kilómteros de formaciones naturales de roca caliza y arenisca se esconden cerca de la rambla que lleva el nombre de la localidad librillana.

La soledad de sus senderos y sus angostos desfiladeros hacen de este lugar un destino excelente para dejarse llevar por la belleza natural de su entorno y sus leyendas un tanto sombrías, como la del pastor cuya oveja se transformó en bestia a su paso por el barranco, que le han valido a este emplazamiento para ganarse el sobrenombre de 'El barranco de los espectros'.

Sus chimeneas

No hace falta viajar hasta Capadocia, Turquía, o al Parque Nacional Bryce Canyon, en EE.UU, para poder disfrutar de una de las estructuras geomorfológicas más increíbles de todo el planeta: Las chimeneas de hadas.

Tan solo tenemos que alejarnos a pocos kilómetros del núcleo urbano de Librilla para poder contemplar estos torreones de piedra que han sido moldeados durante millones de años por la acción del agua y el viento. Estas formaciones, también conocidas como 'señoritas de tocado', por su curiosa silueta, son muy frecuentes en zonas desérticas y áridas, y pueden llegar a medir entre 2 y 30 metros de altura.

Estas chimeneas de hadas son visibles en el Barranco del Infierno de Librilla, que además de dotar al paisaje de una belleza propia de una novela de ciencia ficción, confieren al lugar un aura de misterio que atrae cada año a centenares de amantes de la naturaleza más extraordinaria.