Parece difícil pensar que unas construcciones ubicadas en un punto concreto hace más de siete siglos para cumplir una función hayan llegado hasta nuestro tiempo para seguir cumpliendo el mismo servicio. Pues bien, solo hace falta trasladarnos a Beniel para darnos cuenta que es posible, gracias a la preservación de los llamados 'Mojones del Reino'.

Estos dos monolitos de unos 10 metros de altura, también conocidos como 'Los Pinochos' por los vecinos de la zona, fueron instalados en el municipio benielense para delimitar la frontera entre los reinos de Castilla y Aragón, y a día de hoy todavía siguen en pie marcando los límites entre la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana, como si el paso del tiempo no hubiese afectado a su estado ni función.

Estos mojones han sufrido diversas restauraciones a lo largo de la historia, siendo desplazados unos metros, enlucido su cemento, o instalados en ellos iluminación. Su huella está aún viva, y nadie sabe por cuántos siglos más.

El Tratado de Elche

El 19 de mayo de 1305 ha quedado marcado como uno de los días más importantes de la historia de la Región de Murcia. A mediados del Siglo XIII, tras la Reconquista, los máximos representantes tanto de la Corona de Castilla como de la Corona de Aragón mantuvieron durante décadas litigios para aclarar a los límites de ambos reinos, a lo que se puso fin con la firma del Tratado de Elche, con el que se oficializó la repartición del Reino de Murcia, materializándose con la colocación en Beniel de dos grandes mojones que acabarían marcando la línea fronteriza entre ambos reinos.