Más allá del legado romano, de la arquitectura modernista o de la tradición militar que ostenta la ciudad portuaria, existe un elemento que siempre permanecerá indiscutiblemente ligado a la historia de Cartagena: el mar. Por aguas de la ciudad han surcado todo tipo de veleros a los largo de los siglos, tarea que se complicaría de no ser por la existencia de otra representativa figura, la del faro, encargado de guiar en las más oscuras tormentas a todos los marineros que transitaron el municipio a lo largo de la historia.

Con la intención de poner en valor estos monumentos que vigilan la costa cartagenera, la Autoridad Portuaria (APC) puso en marcha la primera edición del concurso fotográfico 'Faros de Esperanza'. Desde el pasado 1 de julio y hasta el día 6, todo aquel que quisiera podía participar en el certamen, en el que los protagonistas «fueran las propias señales marítimas», tal y como señalaban desde la APC.

El concurso ha contado con un total de 28 participantes y 78 fotografías compartidas a través de Twitter, Facebook e Instagram . Fueron los propios usuarios a través de las tres plataformas los que con sus likes hicieron de jurado popular y decidieron cuáles eran las mejores fotografías. De cada red social se han elegido las tres imágenes con mayor repercusión, por lo que esta primera edición de 'Faros de Esperanza' ha contado con nada más y nada menos que nueve ganadores.

El premio del concurso es una visita privada para dos personas al Faro de Cabo de Palos. Sin embargo, debido a la gran aceptación que ha tenido el certamen, la Autoridad Portuaria de Cartagena ha decidido obsequiar a todos los participantes con la visita. Además, las cinco fotografías con más 'me gusta' en las redes conseguirán también un kit con diferentes recuerdos de la APC.

CON MUCHA HISTORIA

«No es la imagen, es el momento», asegura Pedro Belmonte, uno de los ganadores del concurso. Belmonte es maestro de Educación Primaria y aficionado a la fotografía. Una mañana de octubre, cuando salía de su casa en Playa Honda, miró al cielo y no se lo pensó dos veces; cogió su cámara y se dirigió a toda prisa hasta el faro de Cabo de Palos. «No estaba previsto, fue una fotografía totalmente espontánea», asegura. «Pero los elementos marítimos y en concreto el faro de Cabo de Palos, son mis elementos favoritos a la hora de disparar», explica el educador. «Aunque no tenía mucho tiempo, bajé del coche e hice la foto, luego me fui al colegio como de costumbre». La fotografía tuvo una gran acogida en sus redes, por lo que cuando vio la convocatoria del concurso «me acordé y dije, ¿por qué no?». Eso sí, Belmonte confiesa que no esperaba convertirse en uno de los ganadores.