El 10 de abril de 1944 la mente de los murcianos estaba puesta sin duda en una fecha de especial relieve entre los ciudadanos: el comienzo de unas fiestas tan señaladas como las de Primavera. Pero para la Universidad de Murcia esa fecha tuvo un significado especial por la visita de dos personalidades del Régimen que habían acudido a inaugurar, además de aquel evento festivo, unas instalaciones de gran importancia para el centro universitario.

El ministro de Educación Nacional José Ibáñez Martín, y José Luis Arrese, Ministro-Secretario General de FET y de las JONS, habían llegado a Murcia para realizar diversas inauguraciones agrupadas en los dos días que estarían en la ciudad, entre ellas, una que atañía directamente a la Universidad de Murcia: la inauguración del Hogar Ruiz de Alda del S.E.U., en la calle Vinadel, antecedente del Colegio Mayor que se construiría posteriormente en el barrio del Carmen.

Todos los diarios, incluidos muchos nacionales, se hacían eco de la noticia de la visita de ambos ministros a la Universidad de Murcia, de cuyo rectorado acababa de hacerse cargo apenas un mes antes Manuel Batlle.

Destacaban las crónicas de la época los modernos aparatos con que contaba aquella instalación universitaria. Allí, el exrector Loustau, entonces decano de la facultad de Ciencias, explicó a los ministros algunos de los experimentos que estaba llevando a cabo con sus alumnos relacionados con la obtención de la penicilina y sus sales, así como con el cultivo de hongos.

Junto al laboratorio se situaba una biblioteca científica con más de un millar de volúmenes y la sala de estudios «amplia y soleada, con todas las comodidades y aislamiento para el estudio», aseguraban las crónicas periodísticas del momento.

Las foto de López muestran a las autoridades accediendo aquel mediodía del lunes 10 de abril de 1944 a las dependencias universitarias, en un claustro «bellamente adornado con reposteros y gallardetes y multitud de plantas».