El sistema de irrigación que abastece a la huerta murciana, quizás uno de los trabajos que más han marcado el devenir de la historia de la ciudad de Murcia, tiene su origen en La Contraparada, ubicada en las inmediaciones de Alcantarilla. Esta presa, cuya función es la de recibir el agua procedente del río Segura para poder repartirla por todos los cultivos, lleva durante siglos ejerciendo de barrera para una correcta disposición hidráulica, adoptando su sobrenombre, Azud Mayor, de la cultura árabe, que ya se aprovechaba de las ventajas de esta construcción.

Las dos acequias mayores de Murcia, la de Aljufía y la de Alquibla, nacen en este lugar dividiéndose en otras muchas ramificaciones que han acabado confiriendo una seña de identidad a la ciudad a lo largo de cientos de años; la bien llamada huerta de Europa tiene su origen aquí.

En la actualidad, este paraje rehabilitado ofrece zonas de recreo y sendas en las que disfrutar de uno de los referentes de Murcia en cuanto a conservación ambiental.

Influencia histórica

La Contraparada siempre ha jugado un papel determinante en el desarrollo murciano, y claro ejmplo de ello fue su función durante la Guerra de Sucesión española. Como gran barrera para controlar el cauce del río Segura, las tropas borbónicas conocían el poder natural que este lugar poseía, de modo que por orden del Cardenal Belluga se decidió retirar todos los diques de la presa para que el agua hinundase las huertas y el avance de los invasores austrias se viese entorpecido, originando un enfrentamiento conocido como la Batalla del Huerto de las Bombas.