Durante su primera década de vida, el actual edificio de la facultad de Derecho concentró en él todos los estudios que se impartían en la Universidad de Murcia: Filosofía y Letras y Derecho en tres de las alas del primer piso, y el Colegio Mayor en buena parte de la segunda planta.

Los estudios de Ciencias Químicas eran, sin duda, los que más espacio requerían a causa de las necesidades de sus laboratorios.

En un principio el laboratorio de Química compartió espacio en la planta baja junto a las dependencias administrativas, mientras que los de Física y Biología, así como las aulas de ciencias, estaban en el primer piso. Pero estaba claro que se trataba de una situación transitoria desde que la Universidad de Murcia se trasladó al claustro de La Merced, procedente de sus primitivas instalaciones de El Carmen y el Instituto General y Técnico de Murcia.

A comienzos de 1944, siendo rector Manuel Batlle, visitaba las obras de lo que sería la facultad de Ciencias de la Universidad de Murcia el ministro de Educación Nacional José Ibáñez Martín. En el nuevo edificio quedarían instaladas año y medio después los distintos laboratorios, aulas, salas de estudios y conferencias de la facultad, despejando así las distintas dependencias del que había sido único edificio de la Universidad hasta entonces.

La Merced, todavía dominado en buena parte por árboles y jardines, comenzaba a tener la apariencia de un Campus. En 1950 se produciría la conclusión del nuevo colegio Mayor Cardenal Belluga, y en 1968 la inauguración de la facultad de Filosofía y Letras (que había comenzado a utilizarse ya en 1967), con lo que se completaba el Campus en sus cuatro flancos, en una importante 'zona de ensanche y urbanización de la ciudad', como era calificada por la prensa.