Acumular las aguas del rio Mula para posteriormente poder regar los campos de la huerta muleña no es el único servicio del Pantano de la Cierva. Disfrutar de un entorno natural nada masificado y en el que se respira tranquilidad por los cuatro puntos cardinales son algunas de las ventajas que ofrece este hermoso paraje murciano.

El verano invita a pasar el día recorriendo y descubriendo los rincones y senderos que acompañan a este embalse, para después quizás remojarse en la poza de Fuente Caputa, todo ello tras haber contemplado la belleza del territorio muleño, vigiliado desde lo más alto por los restos del Castillo de los Vélez. Sin lugar a dudas uno de esos rincones dignos de visitar de la Región de Murcia.

Poza de Fuente Caputa

En las inmediaciones del Embalse de la Cierva nos podemos encontrar con el paraje de Fuente Caputa, un auténtico oasis que cumple con creces las expectativas de aquellos que recorren la Región de Murcia en busca de rincones naturales y salvajes. Esta poza, a la que se puede acceder a través tanto de un camino de unos 2 kilómetros que llega a parar a los pies de la charca, como del manantial que alimenta a la Rambla de Perea, se asemeja en cuanto a características al famoso Salto del Usero, en Bullas, aunque actualmente no presenta tanta masificación como el paraje bullero.

Además, Fuente Caputa cuenta con mucha diversidad animal y vegetal que lo convierten en un auténtico paraíso natural donde juncos, adelfas y sapos conviven para mantener un perfecto equilibrio salvaje en lo que es denominado por muchos como un tesoro de agua dulce.