Cuando en 1903 se inauguró el Puente Nuevo de Murcia, uniendo con sus 154 metros (el Segura era mucho más ancho entonces) los dos márgenes del río al tráfico que iba hacia Alicante, un concejal pidió al Ayuntamiento «una gran construcción» que acompañara a tan moderno viaducto. Ocho años después comenzaban las obras del hospital de la Convalecencia, hoy Rectorado de la Universidad de Murcia. Su construcción costó 178.000 pesetas, un tercio del poco más de medio millón de pesetas que había costado el paso sobre el Segura.

Separados en su construcción por apenas una década, esta antigua postal aúna dos construcciones inexistentes pocos años antes de ser tomada la instantánea, y que transformarían con su presencia una zona de Murcia que estaba llamada a experimentar grandes cambios en los años siguientes.

El Puente Nuevo seguía la moda que hacía furor en aquellos tiempos, implantada por Gustav Eiffel, y era sensiblemente más largo que la parte de su estructura que queda hoy a la vista, alrededor de 150 metros, casi el triple que el actual.

La apertura del Parque Ruiz Hidalgo, una explanada que se convirtió en lugar de referencia para los murcianos amantes de la naturaleza y los paseos, y de no pocos novios en busca de rincones tranquilos, confirió una vida inusitada a la zona, así como el mercado de los jueves, que se realizó allí hasta los años 50 del siglo XX.

Y pronto llegaría un edificio que aportaría belleza y prestancia a esa zona de la ciudad: la Convalecencia, que, acabada de construir en 1914 fue tan bien acogido, que hubo llamamientos en la prensa para que la nueva plaza fuese llamada con su nombre.

El edificio llamó la atención desde el principio por su esbeltez y por aportar un aire renovador a esa zona de la ciudad. Su llamativo mármol rojo, los muros de fábrica de ladrillo prensado fino, la sillería de piedra blanca y su estilo neogótico conferían definitivamente al nuevo inmueble un carácter muy llamativo que acabó hermanando ambas construcciones: un puente moderno en su momento y un edificio bellamente construido que acogía a los convalecientes pobres.

La imagen es de una postal de los años 30.