Cuantas generaciones próximas podrán disfrutar de lo que ya se ha disfrutado en las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar es algo que a día de hoy se desconoce e incluso preocupa. Porque la naturaleza no entiende de promesas. Este espacio protegido de la Región de Murcia; con sus charcas salineras y sus tesoros naturales, sus senderos señalizados por los que resulta prácticamente imposible perderse aunque lo deseemos con todas las fuerzas, su enorme biodiversidad propiciada por la gran cantidad de ambientes diferentes en los que vegetación como las salicornias y los juncos de los saladares conviven con los flamencos y las lagartijas colirrojas, bien merece ser cuidado.

El Parque dispone de distintos observatorios desde los que se puede observar la gran variedad de aves acuáticas que anidan, invernan y migran a estas lagunas. O también se puede disfrutar de las grandes formaciones de sal que se forman creando un paisaje único e inigualable.

Un ambiente de paz dificilmente comparable a cualquier otro en las costas de la Región de Murcia, donde la naturaleza sorprende tanto a noveles como a asiduos de las visitas a las Salinas de San Pedro.

Un amanecer de ensueño

En buena compañía o disfrutando de la soledad de uno mismo. Ver escalar al Sol por el horizonte desde las Salinas de San Pedro, mientras sus rayos completan una paleta de colores envidiables, entremezclando el amarillo con un tono más rojizo, y este con el rosado de las charcas cristalizadoras de la laguna salada, mientras la naturaleza se presenta brava y salvaje, ajena de los problemas de nuestra sociedad, definitivamente no tiene precio.