El verano no es solo playa y chapuzones en las piscinas. La Región de Murcia tiene una amplia oferta de interior para quienes apuesten por planes estivales diferentes, alejados de la costa aunque solo sea por unas horas.

El río Segura vertebra seis rutas de importante valor paisajístico en las que el senderista podrá elegir la más adecuada según el nivel de dificultad y la distancia que desee recorrer.

Caminar por la cerrada de una presa junto a restos arqueológicos del siglo VII, contemplar arrozales con denominación de origen alabados por cocineros internacionales o encontrar un pez gigante en medio de un río. Son solo algunas de las sorpresas que se pueden encontrar en las rutas senderistas de la cuenca del Segura en Murcia.

Estas son las travesías que propone la Confederación Hidrográfica del Segura, que van desde los 2,5 hasta los 25 kilómetros, y que se pueden convertir en un buen plan para este verano:

Ruta de los miradores del Azud de Ojós

5 kilómetros, dificultad media

Esta pequeña presa representa una zona icónica con varios miradores donde se puede captar una de las imágenes más conocidas de la cuenca: el río Segura, llegando al azud con el fondo de los dos macizos que facilitan la cerrada de la presa.

La ruta tiene dos partes, la primera es plana y sencilla y la segunda más exigente. Se inicia en Blanca, y desde allí se atraviesa el pueblo y se sube hasta el mirador Alto de Bayna. A continuación, se baja, se comienza a circundar el azud y desde su orilla se puede disfrutar de un paseo por el embalse, rodeado de vegetación y salpicado de aves acuáticas.

El camino termina recorriendo la orilla izquierda, para continuar por una vía perpendicular al azud que lleva primero a la calle Barrio del Catre. Escogiendo la dirección derecha, se atraviesan huertos al inicio para después comenzar el ascenso al risco donde se encuentra el tercer mirador, en el que se puede ver el azud de Ojós con Blanca al fondo y la propia presa.

Badlands del embalse de Algeciras y embalse de la rambla de Algeciras

4 kilómetros, dificultad difícil

badlands rambla de Algeciras

La ruta se puede iniciar en cualquiera de los dos miradores que se van a visitar, el de Gebas y el de Librilla. Desde el primero de ellos, el descenso lleva a recorrer la cerrada de la presa y pasar junto a los restos arqueológicos de una antigua plaza defensiva del siglo VII, el cerro de la Fuente del Murtal, descubierta precisamente durante la construcción de la presa. El camino sigue por la balsa del Riñón y el canal del postrasvase Tajo-Segura, que sirve de ruta hasta comenzar la ascensión hacia el mirador de Librilla.

Desde arriba del mirador se puede observar la huerta de Librilla y Alhama de Murcia con sus campos, balsas, canales y la sierra al fondo. Continuando la ascensión, en dirección al embalse, se puede contemplar una imagen impresionante de las badlands atravesadas por las aguas.

Arrozales de Calasparra y bosque de ribera de Cañaverosa

4 kilómetros, dificultad media

Este paseo engloba tres paisajes espectaculares en un tramo de sólo 4 kilómetros: los arrozales de Calasparra, el Santuario de la Esperanza y el bosque de ribera del río Segura de Cañaverosa.

La ruta se inicia en la escuela de Piragüismo de Calasparra. Desde allí, se observan arrozales regados con las aguas del Segura y que producen la variedad de arroz bomba, adorada por cocineros de medio mundo y que cuenta con denominación de origen. Cruzando el río por el puente viejo se llega a la carretera, avanzando en dirección opuesta al río, que se volverá a ver en el templo excavado en la piedra denominado Santuario de la Esperanza.

Solo unos pasos separan a este punto del bosque de ribera de Cañaverosa, una zona que ejemplifica cómo sería el cauce del río Segura en toda su longitud y que los proyectos de recuperación medioambiental de la Confederación Hidrográfica del Segura están intentando replicar en otras zonas más deterioradas.

Paseo en bici o andando por el carril del río Segura en Murcia

2,5 kilómetros, dificultad fácil

El paseo puede iniciarse tanto por los jardines del Malecón como por el otro extremo, al este, junto al recinto ferial de La Fica. Desde el Malecón se pueden observar los nuevos jardines que homenajean al agua y a la tradicional agricultura de la Huerta de Murcia. Bajando al río, se llega a un mirador de madera para disfrutar de vistas privilegiadas de un azud en el que en primavera se puede ver saltando a los barbos.

A continuación, se pasa por debajo del antiguo Puente Viejo en el que se puede descubrir, en uno de sus sillares, una inscripción del fin de sus obras en 1718. Pasado el puente está el monumento al Entierro de la Sardina, un enorme pez metálico en pleno río. Llegando a La Fica, se vuelve a subir a la altura de la calle y termina el paseo.

Ruta en bici por el carril del río Segura entre Murcia y la Contraparada

25 kilómetros, dificultad difícil

La Contraparada de Murcia

es un azud que data de la época árabe y es el lugar de inicio de las dos principales acequias de la Huerta de Murcia. Actualmente, además, dispone de zonas recreativas con picnic, servicios, un centro de interpretación y un puente peatonal de madera.

Un carril bici por la margen izquierda del río Segura une la ciudad de Murcia con la Contraparada. La zona más cercana y la propia Contraparada se están restaurando para recuperar el bosque de ribera, por lo que allí el tradicional paisaje de cañas está siendo poco a poco sustituido por la flora autóctona.

Cañón de Almadenes

10 kilómetros, dificultad difícil

El cañón de Almadenes en Cieza encierra el río Segura entre dos altos muros rocosos que se pueden recorrer por la margen derecha.

La ruta se inicia desde el parking de Ferrata del Cañón de Almadenes, que permite contemplar las paredes del cañón sobre el río. La primera parte de la ruta va por un camino indicado mediante marcas de senderismo GR127. Desde allí se observa en el muro izquierdo la cueva de la Sima de la Serreta, recuperada para las visitas.

A mitad de camino se inicia el descenso, a través del cual te puedes acercar a las aguas del río Segura en un punto enclavado en un escenario natural incomparable.

La ruta termina en la presa de La Mulata, desde donde se emprende el camino de vuelta.