Su rostro es cada día más popular por sus numerosas intervenciones en el programa de Iker Jiménez Cuarto Milenio, lo que hace que mucha gente le pare por la calle a saludarle, hacerse una foto con él y hasta pedirle un autógrafo. Pero lo más habitual es que, cuando escuchan su voz, le pregunten: «¿eres el de El último peldaño?» Y es que el veterano programa de Onda Regional cuenta con miles de seguidores en todo el mundo. Sobre todo esta noche, desde las 23.00 horas y hasta las tres de la madrugada, que celebrarán la XXVIII edición de La gran noche de los ovnis. Con Joaquín Abenza hablamos de misterios pero, sobre todo, de sus mejores recuerdos de verano.

Ingeniero y aficionado a la ufología ¿cómo casa eso?

Perfectamente. No sólo a la ufología: desde siempre me ha interesado la parte más misteriosa de cualquier faceta, cualquier cosa que no se puede explicar siempre me ha atraído. La radio es mi otra gran pasión. En 1976 fui miembro fundador del Centro Investigador de Fenómenos Extraños (CIFE), en Archena, que fue pionero en España, hasta 1990, con más de medio millar de socios. En 1978 coordiné grupos de todo el mundo en la primera ‘alerta ovni’ que realizó la revista Mundo Desconocido durante los meses de enero a abril y, al año siguiente, en el 79, coordiné en Murcia, con Antonio José Alés, la primera ‘alerta ovni’ radiofónica desde la Cadena Ser.

¿Hay menos avistamientos de ovnis que antes, a pesar de que cada día disponemos de más tecnología?

Hay muchísimos avistamientos y cosas muy buenas. A mí me llegan continuamente. Lo que sucede es que los medios de comunicación están menos receptivos a publicar este tipo de cosas. Existen maniobras de desprestigio y los testigos casi son linchados socialmente. Mucha gente pasa verdaderos traumas porque no se atreven a contarlo. También influye que en las redes sociales se suben muchos casos manipulados y eso desprestigia a los que sí son reales. Vivimos una época muy mala desde el punto de vista de la libertad de expresión en este aspecto.

¿Cuántas personas van a vigilar el cielo esta noche?

Se da la circunstancia que la primera ‘alerta ovni’ de la revista Mundo Desconocido coincidió también con un acercamiento de Marte como el que vamos a vivir esta noche. Cada vez participa más gente en nuestra Gran Noche de los ovnis. Gente que nosotros tenemos controlada serán unas cinco mil personas como mínimo. Pero luego participan muchísimas más.

¿Qué es lo más raro que se ha visto otros años en una noche como la de hoy?

Lo más espectacular y raro fue precisamente el año pasado. Desde que comenzamos el programa, y un poco antes, nos llegaban notificaciones de avistamientos en la playa de Getxo, en Vizcaya. Movimientos que pudieron ser seguidos hasta Sierra Espuña, en Murcia. También fue espectacular que el propio Iker Jiménez pudo ver esas luces y narrarlo en directo cuando conectamos con él en el programa. La verdad que fue una noche redonda como nunca.

Eres asiduo de Iker.

Nos conocemos desde hace muchos años, cuando empezaba a trabajar con el doctor Jiménez del Oso. Ha sido colaborador habitual de nuestro programa El último peldaño y, cuando lo considera oportuno, me llama a su programa. Y voy encantado.

¿Cómo son tus veranos?

Los suelo emplear para hacer cosas que no puedo hacer todo el año: visitar sitios que quiero conocer relacionados con el misterio, con la cultura o con enclaves mágicos. Soy muy aficionado a la arqueología. En nuestros viajes logramos una visión muy distinta a la de un turista normal, y eso nos enriquece mucho culturalmente. Sitios como La Quinta da Regaleira en Sintra, Portugal; Évora; el Museo de las Ánimas en Roma o Rênnes Le Château, en el sur de Francia.

¿Cuál fue tu mejor verano?

Esos veranos de la infancia en los que el día no terminaba nunca. Recuerdo que mi padre compró un solar lindando con la huerta y yo pasaba horas por esos caminos oliendo a azahar, a frutas. También me acuerdo del verano del 91, que fuimos a Tenerife cuando había sido recién descubierta la pirámide Güimar. Fue mágico.

¿Recuerdas alguna canción del verano?

Las de Fórmula V y Los Diablos y, por supuesto, las del gran Georgie Dann, que creo que es uno de los genios de la música de todos los tiempos. Siempre sabía lograr las notas justas para poner a su público en ‘modo verano’ con una música sencilla y pegadiza.

¿Tuviste un primer amor de verano?

Sí, con 15 años, en Archena, al principio del instituto. Es María José, mi mujer y la madre de mis hijos Juanjo, de 20 años, y María José, de 17.

¿Te acuerdas de cuándo aprendiste a montar en bici?

Muy pronto, mi padre tenía un taller de motos y bicicletas. La primera me la construyó mi padre a partir de trozos de otras. Llevaba frenos de varilla.

¿Ibas a cines de verano?

Claro, en el cine de Archena, sobre todo pelis del Oeste y las de monstruos japoneses. Aquello era maravilloso.

¿Cuál es tu aperitivo favorito?

Me gusta mucho el marisco, la gambica roja de Águilas y los langostinos del Mar Menor.

¿Qué lees en verano?

No tiene que estar relacionado con el misterio o lo paranormal. Me gustó mucho La reina del azúcar, de Dolores García. Estaba leyéndo en La Manga un capítulo en el que la protagonista canta El relicario y, de repente, comencé a escuchar esa música desde el hotel de al lado.

¿Qué planes tienes?

Tengo acabado un libro sobre misterios de la Región y otro en marcha sobre la historia gráfica de los casos ovni más importantes, con el dibujante de Jaén David Ruiz.