El arco iris y el templete que protege el viejo puente, al que alguna vez llamamos viejo. El arco iris es el arco iris, y significa que el cielo también sabe crear arte, belleza. Sobre el lienzo de la nube, con el pincel del sol, sabe dibujar esa gradación de frecuencias que llamamos colores. Y sabe escoger también espacio urbano, contexto arquitectónico para expresarse. La luz, de ocaso pero muy brillante, amablemente agrede la mirada con la excelencia de la novedad. La cruz campea en lo alto del frontispicio, antigua geometría pagana, cristianizada por la Historia.

La tarde del día de otoño se puso de gala, y pidió permiso al cielo para lucir collar multicolor. Era una tarde frívola, que gustaba de gustar. Era coqueta la tarde. Y todos nos enamoramos de ella. Nuestra declaración de amor fueron las fotografías. La novia posaba y posaba, lucía hermosa, dando un tono festivo, a la par que caduco, lo que la hacía más hermosa todavía. Lo efímero tiene un encanto secreto, que pocos conoces. Y que pocos gozan. No se detiene lo efímero por hacerle una foto; aunque no sobra. Recordar en la mente es mejor que en foto. Pero la foto sabe iniciar recuerdo.