La Semana Santa ha dejado cifras brillantes en las salas españolas, en las que se ha marcado récord anual de asistencia, según datos de Comscore: si el pasado jueves se registraron medio millón de espectadores (la mayor cifra del año), el viernes ya se podía decir que a lo largo de la semana habían ido al cine más de 1,7 millones, el mejor número de 2023 hasta la fecha. Y de todo ello se han aprovechado tres murcianos que han sembrado el terror en las salas.

Parece que el Viernes de Dolores fue el día ideal para que Jaime Lorente, Milena Smit y Teresa Rabal se colaran en la cartelera con Tin & Tina (un thriller religioso que venía al pelo para la época), que sigue proyectándose en salas y beneficiándose, por tanto, de esa venta masiva de entradas para ver la película en la gran pantalla. Quién le iba a decir a la hija de Paco Rabal que con su vuelta a la industria tras 40 años triunfaría entre un público que no es el infantil.

Además, los dos protagonistas murcianos, intérpretes del momento, han aprovechado los días de promoción para ir dejando 'pildoritas', tanto de su vida personal como de su relación con la Región, en entrevistas con La Script, Fotogramas o El Mundo:

Milena Smit

  • "He sufrido un aborto provocado, porque me quedé embarazada con 19 años. Quise poder elegir sobre mi cuerpo y decidir sobre mi futuro. Era una niña que no tenía ni idea de cómo enfrentarme a aquello".
  • "Siempre he sido oscura y diferente, me ha sido difícil encajar".
  • "Es como si la persona de antes ya no existiera y, de la noche a la mañana, eres un genio, pero se olvidan de por qué has llegado ahí, de lo importante que es para ti llegar a casa y que te sigan tratando de la misma forma" (Sobre familiares que la han tratado como fans y la "despersonalizan").
  • "Siendo muy pequeña descubrí que me gustaban las chicas. Normalmente cuando las personas se dan cuenta de que son homosexuales es porque de primeras les gusta el género opuesto y luego el suyo, pero a mí me pasó al revés: me gustaban primero las chicas y luego también los chicos".
  • "Encadené un rodaje detrás de otro, hasta que un día me dio un ataque de pánico y mi cuerpo dijo ‘stop’. Cuando empecé esta película estaba con estrés, ansiedad, no podía casi ni leer el guion porque se me habían bloqueado las cervicales y tenía vértigos". 
  • "Siempre voy a priorizar un personaje que tiene un trauma o que necesita que se le dé visibilidad (...) Dar voz, por ejemplo, a mujeres que han sufrido maltrato, agresiones, violación o tal vez la pérdida de un hijo y cómo luego se las cuestiona. Para mí eso es prioritario a otros personajes".
  • "Siempre he estado en terapia para trabajar en temas como la ansiedad o la depresión".

Jaime Lorente

  • "Tengo una relación muy cercana con la religión y todo esto me encanta. Abordar cualquier tema que tiene que ver con la fe, las creencias y lo trascendental me parece curioso. Sobre todo ahora, un momento en el que nadie cree en nada, pero todo el mundo está buscando cosas en las que creer. Estamos olvidando las viejas creencias y buscando otras nuevas".
  • "Me libera dejar de currar con 200 personas y hacer algo yo solo en el estudio (de música)".
  • "La sensibilidad es una cruz y una virtud. Sabiendo gestionarla es algo positivo, pero las personas que somos muy sensibles tenemos ese punto de intensidad en las cosas, de emoción, de vivir todo con una pasión diferente. Esa llama o ilumina o quema".
  • "Mi madre nos hacía comer pescado los viernes de cuaresma. Ahora no soy muy practicante y lo tengo un poco olvidado. Mis padres lo siguen haciendo. Por eso los Viernes de Dolores no voy a Murcia (ríe)".
  • El éxito repentino que tuve me hizo vivir el trabajo desde un lugar de obligación heavy, con una exposición y una presión constante. Cada vez que pisaba un set de rodaje, me sentía en la obligación de estar defendiendo una cosa que no era. Necesitaba estar conmigo, tratarme bien".
  • "No creo que ir a Hollywood sea sinónimo de éxito".

Una ópera prima que brilla

La película es la ópera prima de Rubin Stein, que se ha basado en uno de sus cortometrajes para rodar esta cinta. Con su primer largometraje ha logrado únicamente críticas positivas.

Tin & Tina cuenta la historia de la adopción de dos niños tras un aborto que hace que una madre pierda la fe en Dios. La pareja acude a un convento y la mujer se 'enamora' de dos hermanos con los que, una vez en casa, empieza a caer en la obsesión. Stein ha conseguido mostrar cuál es su sello con la forma de relatar esta historia, con una mirada propia, y además sobre un tema tan peliagudo como poco manido en el cine: el fanatismo religioso.