Yllana presenta: the OPERA LOCOS.

Es prácticamente inevitable reírse ante el fallo ajeno. La comedia, desde su concepción más primitiva de tartazo en la cara y accidente forzado, ha estado poblada de golpes, caídas, tropezones escandalosos y personajes que aligeran cualquier diálogo con su carismática torpeza. Con esa premisa arranca 'The Opera Locos', obra ganadora del Premio MAX a mejor musical de 2019. La obra plantea un recorrido por los grandes clásicos de la ópera en busca de la risa y el aplauso a partes iguales para dar el do de pecho a base de carcajadas.

La obra, creada y dirigida por Yllana, plantea un retorno al origen de la comedia que va más allá del arquetípico personaje errante –que desde el primer momento se equivoca de coreografía, de notas y de posición en el escenario, todo por la carcajada–. El planteamiento está también ambientado en la estética circense y burlesque, con trajes de colores, pinturas en la cara y una atmósfera rococó que desnuda a la escena de cualquier eje temporal, dando paso a una serie de pequeños actos basados en el humor y, como no, en la música.

El argumento es brillantemente sencillo: cinco cantantes se disponen a dar un concierto. Pese a que en ningún momento hablan –la obra avanza a base de onomatopeya, mímica, gestos y canto–, bastan cinco segundos para que el espectador identifique a cada uno de los personajes. El veterano, la talentosa cabra loca que se equivoca en la coreografía, la soberbia, el alocado cantante que quiere romper los límites de la ópera y el disciplinado, estricto y perfeccionista divo del escenario.

Los enamoramientos entre los personajes no tardan en llegar, propiciando escenas cada vez más enrevesadas pero dando paso también a soliloquios menos humorísticos y más centrados en el lucimiento de las emociones de los personajes y en las cualidades musicales de los actores.