La trayectoria musical de Dom La Nena avanza con la seguridad que caracteriza a la artista, esa cuya claridad permite vislumbrar un futuro lleno de éxitos. Dominique Pinto (Brasil, 1989) ha demostrado desde edades bien tempranas su determinación a la hora de dar el salto al mundo de la música, consiguiendo hacerse un hueco a base de trabajo y ese ‘duende’ natural que no muchos son capaces de poseer.
La violonchelista, cantante y compositora brasileña alternó lugar de residencia entre su Porto Alegre Natal y París, siempre con la música en la cabeza (a los cinco años ya estudiaba piano, y tres más tarde si inició con el chelo), hasta que a los 13 años decidió dar el gran salto. Una relación epistolar con Christine Walevska, conocida como ‘la diosa del violonchelo’, desembocó en la joven Dominique poniendo rumbo a Argentina para convertirse en su alumna.
Esta personalidad nómada, que ahora define su trayectoria y es capaz de reflejar en muchos de sus trabajos, se consolidó cuando alcanzó la mayoría de edad, momento en el que dio el salto a París, donde de la mano de la cantante y actriz británica Jane Birkin, llevaría a cabo su incursión en la música pop. Había pasado de ser una estudiante más en la inmensa marea de músicos parisinos, a tocar en estudio y en directo.
Sus buenas aptitudes como chelista no pasaron desapercibidas para algunos de los grandes nombres de la música francesa, como Jeanne Moreau o Étienne Daho, que acabaron contando con ella para diferentes giras. Fue entonces cuando, adquirido el conocimiento y la experiencia necesaria, Dom La Nena decidió dar el salto a una carrera musical propia. La brasileña siempre ha saltado entre idiomas y géneros con una facilidad asombrosa, iniciando su formación en la música clásica para más tarde experimentar con el jazz, el pop y el rock.
En 2013 publicó su primer álbum, Ela, para el que contó con la colaboración del cantautor Piers Faccini. En él dejó claro que no se asusta ante ningún reto. Podría hacer cualquier cosa, no encuentra barreras para expresarse. Esta valentía se traslada también al escenario, donde no se le presenta ningún obstáculo. Ella se encarga de todo, y todo sale bien. Tan solo necesita sus instrumentos y un looper con el que grabar las melodías que acompañan a su voz.
Ahora lo suyo son las melodías populares, a las que es capaz de ese estilo fresco y delicado. Dom La Nena traslada a través de su música a una escena intimista, donde las cuerdas de su violonchelo lo invaden todo. Sus canciones tienen vida propia, y transmiten una nostalgia que lejos de dibujar una mueca triste en todo aquel que las escucha, ensanchan el alma.
Entre sueños pop, folk y piezas de sabor clásica, Dom La Nena ha presentado su último disco, Tempo, un trabajo minimalista y espiritual. 35 minutos de ensoñación y melancolía capaz de envolverte, los asistentes a la 40 edición del Cartagena Jazz Festival están avisados. La música de Dom La Nena es fiel compañera. No cura, pero alivia.
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Más sobre el concierto
Lugar: Terraza de La Muralla de El Batel
Hora: 12:30h
Dirección: P.º Alfonso XII, S/N, 30201 Cartagena
Entradas: 10€. Comprar entradas.
