No es solo que esté por encima del nivel de 'Rompe Ralph', la primera aventura de este fornido gigantón con sus 2’74 metros de altura y 292 kilos de peso, que ya es decir, sino que hay que incluirla entre las mejores aportaciones al cine de animación del presente año. Es más, si su antecesora fue nominada al Óscar y también a los Bafta y a los Globos de Oro, esta continuación podría con toda lógica igualar ese palmarés, sin descartar que pueda superarlo. Unos méritos que hay que atribuir al director y guionista Rich Moore, autor, asimismo, de otro largometraje animado estimable, 'Zootropolis', que ha realizado las dos partes y que ha contado en la segunda con la colaboración en la dirección del debutante argumentista Phil Johnston.

El equipo formado ha funcionado de forma más que eficiente, haciendo valer unas dosis considerables de imaginación y de encanto. La mayor novedad, sin duda, de la cinta es que se asienta casi por completo sobre un aspecto, la amistad de los dos protagonistas, que aporta una dimensión no exenta de sentido del humor, pero también de humanidad. Porque, en efecto, la relación entre Ralph y la simpática, coqueta y deliciosa Vanellope es tan estrecha que ambos se han convertido en inseparables.

Los dos, sin embargo, no las tienen todas consigo en su vida cotidiana, demasiado supeditada a los juegos recreativos, con algún signo preocupante de aburrimiento, que los mantienen casi al margen de todo. Pero un incidente en principio lamentable, que acaba rompiendo el volante del juego de la pequeña, movilizará por suerte a la insólita pareja, empeñada en encontrar la solución al asunto, lo que les obliga a desplazarse a un lugar desconocido de internet, eBay. Es el comienzo de una fuente de sorpresas inagotable que se vale de soluciones realmente brillantes, especialmente las que motivan las presencia de personajes de la serie de 'La guerra de las galaxias' y, sobre todo, el desfile de gran parte de las princesas de los cuentos de Disney. Es una cita que hará recordar al público a muchas de sus inolvidables heroínas y que es sólo el preámbulo de una parte final espectacular que pone en riesgo el futuro de Ralph y de Vanellope.