El cantante Raphael, protagonista de la última película del realizador vasco Álex de la Iglesia, que ha tomado de título una de las canciones del artista, "Mi gran noche", ha dicho en una entrevista con Efe que "por lo menos, una vez cada dos años" va a hacer una película.

"Lo prometo solemnemente aquí en San Sebastián", ha afirmado un pletórico Raphael, bastante más despierto que el resto del equipo en la primera entrevista de la mañana, realizada en el hotel María Cristina de la capital donostiarra, y a pesar de haberles acompañado anoche a una cena en un restaurante típico que se prolongó "un poco".

Curiosamente, comenta el artista, esta es la primera vez que viene a San Sebastián: "Dice Álex -apunta divertido- que es porque, cuando yo hacía cine (hace cuarenta años) no existían los Goya, ni el Festival de San Sebastián, ni siquiera Hollywood", pero piensa volver, añade entre las risas de todos.

"Nos ha costado mucho que Raphael tenga tiempo de rodar una película", explica el director, evidentemente encantado de estar junto al divo.

En la película, Raphael es "un malo con razón", se defiende con mucha guasa, "malo" por exigencias de un guión disparatado en el que da vida a Alphonso, un trasunto del cantante llevado a los extremos más insospechados, como meterle un dedo en el ojo a su rival, el cantante de éxito Adán (increíble Mario Casas, con su peluca rubia), para que no le haga sombra en la gala de fin de año.

"Es que soy el único que tiene prestigio, ahí ninguno lo tiene, yo sí, no soy tan malo", y se apresura, humilde, a comentar que lo tiene su personaje.

"En realidad soy buena gente, pero me encanta hacer de malo. ¿Sabes que la gente que aparentamos ser buena persona en el cine podemos hacer mejor de malos? Es porque nadie se espera lo que podemos hacer", afirma con un guiño.

De la Iglesia ha afirmado que ésta es la película que ha rodado con "más ganas de entretener y pasar un buen rato, es bastante payasa", ha dicho a Efe.

'Nochevieja' caótica

Es cierto, comenta De la Iglesia, que en "Mi gran noche" lo que está pasando fuera del plató "se parece mucho a lo que te ocurre en la vida, esa sensación de estar en una situación teóricamente agradable, en este caso la grabación de un programa de Nochevieja del que no se puede salir porque fuera hay una especie de caos".

"Hay una batalla ahí fuera, y así me siento yo -afirma- rodeado de una situación imposible, y eso puede ser muy dramático, o no, y en este caso, yo quería que fuera cómico y que la gente disfrutara y se riera viéndose reflejado",

"Yo quiero que Álex haga más cine social, y voy a hacer todo lo posible para que lo haga", comenta Raphael, a lo que el director responde que están "hablando seriamente de hacer un serial-killer. Creo que Raphael -apunta- lleva un (Aníbal) Lecter dentro. La gente lo está pidiendo". "Y no te rías -añade Raphael- algún día daremos mucho miedo".

Con una total sintonía entre director y actor, dan ganas de creerse la broma de ambos. "Esta vez hemos hecho reír, pero de verdad que podemos dar mucho miedo", insiste De la Iglesia.

En una comedia, es fundamental que los personajes no se diviertan, explica el realizador de "Las brujas de Zugarramurdi" y "La comunidad", que obtuvo su primer Goya con su debut, "El día de la bestia".

"Quien se tiene que reír es el público, los protagonistas sufren; (...) mira el caso de Buster Keaton", pone como ejemplo.

La película, que se estrena hoy en el Zinemaldia fuera de concurso, ha provocado no solo un gran revuelo por la llegada de los primeros "guapos" nacionales el Festival, Hugo Silva y Mario Casas, sino porque sólo al ver los carteles anunciadores la gente no puede parar de tararear la vieja canción, más de actualidad y más pegadiza que nunca.