El poeta murciano Francisco Sánchez Bautista falleció ayer a los 96 años. Su funeral tendrá lugar hoy a las 12.15 en el tanatorio de Jesús de Murcia. De Llano de Brujas, siempre reivindicó sus raíces huertanas y hasta la fecha ha legado una obra profunda a la literatura de esta tierra. Su trabajo de funcionario de correos le llevó a trabajar en Fortuna durante más de doce años. Se identificaba plenamente con sus agrestes paisajes y construyó gran parte de su obra a partir de la observación de sus congéneres y el duro medio en que vivían. La poesía de Sánchez Bautista posee la belleza formal de los clásicos y el fondo social en los temas, propios de un poeta del siglo XX.

Francisco Sánchez Bautista, una voz poética irrepetible | CARM

Hijo de agricultores, este poeta social que suele compararse con Miguel Hernández, inició su particular aprendizaje con un profesor republicano. La comparación con Miguel Hernández viene, no solo por el nexo geográfico, pues Orihuela y Murcia son vecinas sino porque la temática y el objeto de sus versos se desarrolla en varios medios comunes: el campo y la huerta, la dureza que sobrelleva su población o la adaptación de los ritmos vitales a las estaciones. Ambos han sido definidos como poetas sociales del medio rural.

Sánchez Bautista era un caso único de escritor autodidacta que, a base de esfuerzo y tesón, sin haber pasado jamás por las aulas universitarias, logró como pocos llevar a los clásicos a su poesía, en un diálogo constante con los más grandes: Horacio y Virgilio, Homero y Catulo.

Sánchez Bautista se ganó la vida como cartero en Barcelona, Murcia y en Fortuna, donde fue nombrado hijo adoptivo tras más de una década repartiendo cartas en ese municipio. En 1964 se trasladó a la ciudad Murcia, donde vivió hasta su muerte.

Un escritor laureado

Su palmarés es extenso y variado. Es Premio de la Asociación de Libreros de la Región de Murcia; Premio Laurel de Murcia; Premio Marina; Premio Polo de Medina; Premio Poeta Antonio Oliver; entre otros. Además, existe un Premio de Poesía y una Asociación Cultural con el nombre de «Poeta Francisco Sánchez Bautista». El libro de poemas Elegía y Treno fue premiado como Libro Murciano del año 2000.

El 11 de mayo de 1982, entró a formar parte de la Real Academia Alfonso X el Sabio como académico numerario. Esta asociación, que promueve el arte y la literatura murciana, tiene como académicos a las mentes más importantes de la Región. Como herramienta para la difusión, la academia publica una revista llamada Murgetana, de la cual Sánchez Bautista formaba parte del Consejo de Redacción.

En el número 62 de esta revista apareció publicado un relato suyo de 78 páginas llamado ‘Una Arcadia perdida (La huerta de Murcia)’ que contenía, entre otros relatos, su discurso de ingreso como académico.

También dirigió y fue cofundador de la revista de poesía Tránsito. Además se pueden encontrar publicaciones suyas en las más importantes revistas de poesía españolas e hispanoamericanas.

Reacciones

El alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, recordó ayer que dedicó gran parte de su creación a la huerta murciana. La consejera de Cultura, Mabel Campuzano, lo describió como «una de las voces más auténticas de nuestra tierra». «Perdemos a un gran escritor y una gran persona, pero siempre conservaremos vivo su recuerdo y el maravilloso legado», recordaba ayer en Twitter la consejera. Por su parte, el exalcalde José Ballesta destacaba que Sánchez Bautista ha sido «uno de los mejores poetas y maestro de muchos».

Los que le conocieron aseguran que su vida estuvo dedicada, casi por completo, a la poesía, a su lectura y creación. Como ocurre con otros muchos poetas (como Kavafis y Pessoa), su obra trasciende a su biografía. El carácter amable, aunque introvertido, de Francisco Sánchez Bautista, su sencillo modo de ver la vida y su inmensa cultura se destilan en la obra del poeta y perdurará en la memoria colectiva.