Cuando alguien fallece siempre se suelen sacar a relucir las virtudes del difunto, se lo merezca más o menos. En este caso, revelo que Pedro era mi amigo. Alguien podrá pensar que lo que diga sobre él necesariamente tiene que ser bueno.

Era mi amigo, sí. Pero, sobre todo, era una gran persona y un empresario de bandera. Si he de destacar de él una virtud, sería su generosidad.

Sólo un hombre generoso se dedica a los demás sin pedir nada a cambio y, además, con alegría. Empezando por su familia, su mujer, sus hijos, sus hermanos, sus amigos y sus compañeros de profesión: los transportistas.

Desde luego, su familia era lo primero y luego su empresa, pero demostró toda su vida una generosidad con el sector del transporte al que quería, conocía y sirvió durante muchos años.

Pedro fue un pilar importantísimo en el desarrollo de FROET, la organización en la que tuvo diversos cargos y a la que lejos de cualquier protagonismo o interés personal, dedicó muchos años de su vida.

Defendía la federación como defendía a su propia empresa, algunas veces anteponiendo los intereses de aquella a los suyos propios. El deseaba un sector fuerte y preparado, luchando por ello.

Logró, además y no sin pocos sacrificios, llevar a su empresa "Transportes El Mosca" a ser uno de los grupos empresariales más importantes dentro del sector español.

Comenzó, siendo un niño con un carro junto a sus padres y hermanos. Los que hemos estado en su despacho hemos podido ver una foto donde aparecía con este primer medio de transporte cuando no levantaba dos palmos del suelo.

La tenía frente a él, supongo que para recordar sus inicios como empresario y no olvidar jamás que por más alto que llegues, eres un hombre, como todos los demás y la humildad debe presidir todos los actos de tu vida.

Hoy, la bandera de España del Centro Integrado de Transportes de Murcia, ondea a media asta. Murcia ha perdido un gran empresario. Otilia, su mujer, un amante esposo; sus hijos, sus nietos, sus hermanos ya no recibirán su cariño.

Yo, he perdido a mi amigo Pedro. Espero que desde donde estés, te sigas acordando de nosotros.