Los móviles y tablets volverán a sentarse a la mesa por Navidad, aunque este año su uso no denotará obligatoriamente ninguna falta de respeto para el resto de comensales, o una herramienta de distracción para los más pequeños. Esta Navidad, las nuevas tecnologías hacen acto de presencia para, en algunos casos, reemplazar las interacciones y contactos que muchos familiares y seres queridos perderán durante estas fechas tan señaladas a causa de la crisis del coronavirus.

Debido a las restricciones tanto de movilidad como de aforo para las reuniones que se han fijado de cara a este periodo navideño, muchas son las familias que ven reducida su convocatoria a la mesa para las grandes cenas y comidas previstas para estos días. Afortunadamente, las nuevas tecnologías se presentan como el regalo perfecto a la hora de no perder ese contacto. Cierto es que la conexión online carece de esa calidez tan propia del contacto físico, intensificada en el periodo navideño, pero dadas las circunstancias, su uso se presenta como la única opción para poder seguir disfrutando de los nuestros al tiempo que los cuidamos.

Las videollamadas nunca habían cobrado un valor tan personal. Ligadas en la mayoría de casos a cuestiones laborales (más aún desde el desarrollo del teletrabajo), esta Navidad se hacen un hueco en las casas para mantener vivo el contacto entre seres queridos, esperando poder cambiar el año que viene el saludo entre pantallas por un abrazo.