Vuelve a ser fiscal

Gabriela Bravo dimite como vicepresidenta segunda de las Cortes Valencianas

Junto a la violencia machista ha sido también pionera en la lucha contra la prostitución, un proyecto que se vio interrumpido tras pasar el gobierno autonómico a manos del PP

Gabriela Bravo.

Gabriela Bravo.

Alfons Garcia / Mercedes Gallego

Gabriela Bravo, vicepresidenta segunda de las Cortes Valencianas y consellera de Justicia por el Botànic, ha decidido dejar la política después de diez años en el Gobierno autonómico y volver a lo que es su profesión, la de fiscal.

Bravo ha decidido dar este paso aprovechando el cambio organizativo que se va a producir en la administración de Justicia, con la entrada en vigor de la Ley de Eficiencia Jurídica, lo que va a obligar a todos los operadores a actualizar su modo de trabajar, para regresar al ministerio público en el ámbito de la violencia de género, un sector al que le ha dedicado especial atención durante su etapa política.

Junto a la violencia machista ha sido también pionera en la lucha contra la prostitución, un proyecto que se vio interrumpido tras pasar el gobierno autonómico a manos del PP.

Independiente, sin adscripción a ningún partido político, la ya exvicepresidenta segunda de las Cortes tuvo bajo su paraguas la gestión de las emergencias, cuya respuesta, siempre ha sostenido, tiene que ser preventiva. Tanto la dana que asoló la Vega Baja en 2019 como el incendio de Bejís en el 2022 la hicieron consciente de la importancia de la gestión de las grandes catástrofes y de su última etapa en el Consell data la creación de la Unidad Valenciana de Emergencias, que el gobierno de Mazón se apresuró a eliminar en lo que fue su primera medida del actual ejecutivo autonómico.

Bravo ha tenido claro durante sus 10 años de etapa política que su intención última era volver a la Fiscalía, descartando así de momento su traslado a París, donde se encuentra el expresidente Ximo Puig con quien la exconsellera entró en la política y quien ahora está en la capital francesa ejerciendo de embajador de España en la OCDE. En Alicante, quien también fuera portavoz del Consejo General del Poder Judicial ha dejado la semilla de la Ciudad de la Justicia, en la actualidad en fase de ejecución y en cuya puesta en marcha Gabriela Bravo puso todo su empeño.

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