CONGRESO

Sumar enfría su apoyo a la reforma de las pensiones tras la pinza PP-PSOE

Yolanda Díaz guarda ahora silencio sobre el acuerdo que apoyó en enero tras firmarse con patronal y sindicatos

Yolanda Díaz, este lunes a su llegada a la reunión d Sumar en el Congreso de los Diputados

Yolanda Díaz, este lunes a su llegada a la reunión d Sumar en el Congreso de los Diputados / José Luis Roca

El acuerdo entre PP y PSOE para la reforma de las pensiones descoloca a Sumar y le deja en una posición delicada en el tablero político, después del rechazo cerrado de los partidos del ala izquierda del arco parlamentario. Yolanda Díaz celebró el acuerdo firmado entre Gobierno, empresarios y sindicatos el pasado septiembre, pero el entusiasmo inicial se ha rebajado en los últimos días, después de que Alberto Núñez Feijóo confirmara su respaldo a la propuesta. Tanto es así que algunos sectores del grupo parlamentario dejan ahora en el aire su apoyo al decreto, que se debatirá el próximo miércoles en sesión extraordinaria del Congreso y saldrá previsiblemente adelante gracias al 'sí' de los dos principales partidos.

El líder de los populares dijo no compartir "las formas", pero sí "el fondo" de la reforma, que prevé entre otras cosas incentivos económicos a quienes retrasen su edad de jubilación. Estas propuestas fueron suscritas por el Gobierno, la CEOE y los sindicatos CCOO y UGT. Un acuerdo que fue fruto del diálogo social y que Díaz defendió como un "ejemplo" el pasado septiembre. El texto salido de aquel acuerdo es que el aprobó el Gobierno en el último Consejo de Ministros de diciembre, y que el Congreso deberá convalidar la semana que viene.

Pero el apoyo del PP ha generado ciertas turbulencias en la mayoría de investidura. Aunque esta postura permite a Sánchez convalidar del decreto sin sobresaltos para que la reforma entre en vigor en abril, lo cierto es que ha vuelto a abrir un frente en su flanco izquierdo, con las críticas de la mayoría de sus socios habituales. ERC, Bildu, Podemos y BNG han expresado su rechazo frontal.

Entre los motivos está el que permite alargar la edad de jubilación y, argumentan, puede forzar a los trabajadores con peores condiciones a no llegar a jubilarse, al intentar mejorar su capacidad económica. La propuesta contempla además derivar las pruebas y tratamientos de los trabajadores de baja a las mutuas sanitarias, con la idea de acelerar su recuperación y evitar las listas de espera de la sanidad pública, que seguirá siendo la encargada de dar altas y bajas médicas. Un planteamiento que tampoco gusta en el arco progresista, por entender que fomenta la privatización sanitaria.

Dudas

Las duras críticas de la izquierda y la pinza sellada entre PSOE y el PP dejan a Sumar en una posición incómoda, con dificultades -como socio de Gobierno- para rechazar una medida salida del Consejo de Ministros pero también con reticencias a unir su voto favorable al del PP. Y si en un primer momento el socio minoritario de la coalición daba por descontado su 'sí' a esta propuesta, en las últimas horas los ánimos se han enfriado al máximo y varias formaciones integradas en el grupo parlamentario evitan garantizar su respaldo a la reforma de las pensiones, aunque evitan fijar una posición final, que se decidirá la semana que viene.

Algunos partidos como Compromís piden tiempo para estudiar la "letra pequeña" del texto, aprobado el 23 de diciembre, censurando también el posible retraso de la edad de jubilación. Otras formaciones como Izquierda Unida evitan también confirmar su apoyo y apuntan a que "se está hablando aún con varios interlocutores vinculados al acuerdo sobre algunos aspectos concretos" de la norma. Avanzan que sólo darán su posición "cuando se recaben de ellos todos los datos".

En este sentido, es elocuente la rueda de prensa conjunta que tiene prevista este jueves a las 12 horas el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, junto al secretario general de CCOO, Unai Sordo, uno de los firmantes del acuerdo de reforma de pensiones. Una convocatoria que servirá para fijar una postura y está por ver si poner encima de la mesa nuevas propuestas complementarias. .

Desde que el apoyo del PP devolvió la reforma de las pensiones al debate político, desde Sumar han evitado volver a pronunciarse sobre este asunto. Las tensiones son patentes en el seno de la coalición de Gobierno tras el choque por la reducción de jornada, y en la plataforma de izquierda crecen los recelos hacia los socialistas. Apoyar la propuesta, aunque sea fruto del diálogo social, sería también una forma de avalar el acuerdo del bipartidismo que se sellará el próximo miércoles. Un motivo que añade presión a las filas de Yolanda Díaz para modular su posición.

Apoyo en septiembre

En septiembre, mientras Pedro Sánchez y la ministra de Seguridad Social, la socialista Elma Saiz, firmaban con sindicatos y patronal el acuerdo sobre las pensiones, Yolanda Díaz viajaba a Barcelona para reunirse con organizaciones sindicales y tratar de recabar también sus apoyos para el acuerdo sobre la reducción de jornada laboral, la medida estrella de la ministra de Trabajo.

Mientras el acuerdo de diálogo social sobre pensiones afronta su último paso la semana que viene, el acuerdo sobre reducción de jornada firmado con los sindicatos -no con los empresarios- aún no se ha aprobado en Consejo de Ministros, elevando la tensión en el seno de la coalición.

Tras firmarse la reforma de las pensiones, Díaz celebró el acuerdo como un éxito propio. "Es muy positivo que haya un nuevo acuerdo de diálogo social en nuestro país", defendió desde Barcelona, asegurando que era "un ejemplo". No dudó tampoco en defender la propuesta: "Es una reforma que tiene medidas muy positivas para el conjunto de los trabajadores y que sirve para ganar derechos", defendió el pasado 18 de septiembre.

En el mismo sentido se pronunció Sumar después en el Congreso, a raíz de la comparecencia de la ministra socialista. "Es una reforma que mejora de forma significativa las pensiones, que da seguridad a los pensionistas y que refuerza la sostenibilidad del sistema gracias al incremento de los ingresos", defendió el diputado gallego y mano derecha de Díaz, Manuel Lago.

Cuatro meses después de aquello, y con la tensión en el Gobierno en máximos desde el comienzo de la legislatura, en Sumar evitan ahora anunciar su posición, evitando garantizar su apoyo a una reforma para la que no son necesarios.

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