Tribunales

El juez archiva la denuncia contra el policía que agarró por los pechos a una activista de Femen porque hubo "resistencia"

La defensa recurrirá ante la Audiencia Provincial el auto en el que se habla de "contacto de escasa duración" y sin "finalidad lúbrica"

Momento en el que un agente de policía agarra por los senos a una activista de Femen en una protesta.

Momento en el que un agente de policía agarra por los senos a una activista de Femen en una protesta. / EPE

Cristina Gallardo

El juez de Instrucción número 11 de Madrid, Juan Javier Pérez, no ve delito en la actuación del policía nacional que agarró de los pechos a una activista de Femen para retirarla de la protesta que este colectivo feminista desarrollaba el pasado 20 de noviembre en la Plaza de Oriente de Madrid, frente a una concentración organizada por el Movimiento Católico Español. Estima que de las diligencias practicadas no se deduce que el agente actuara con "finalidad lúbrica o sexual", y que el contacto, además de su escasa duración, obedeció a la "resistencia física opuesta" por la mujer.

El abogado de la activista, Endika Zulueta, presentará recurso contra la decisión del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid ante la Audiencia Provincial, al discrepar de las conclusiones del magistrado, según ha adelantado a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica.

En el auto de archivo, adelantado por Europa Press y que tiene fecha del pasado jueves, el juez considera que no está "debidamente justificada" la posible comisión de los delitos contra la libertad sexual y contra la integridad moral que se imputaban inicialmente al policía, que manifestó durante su declaración que se había limitado a aplicar a esta mujer una maniobra habitual consistente en meter las manos bajo sus axilas.

En el acto de ratificación, la denunciante aseguró que había participado en esta protesta contra atos del 20N durante los tres últimos años, y que nunca antes ni ella ni sus compañeras del colectivo feminista habían sufrido una "agresión" como la que ocurrió en esta última ocasión.

Pudo ser más cuidadoso

"Tal vez el querellado pudo haber sido más cuidadoso a la hora de intentar buscar una parte corporal menos comprometida para agarrar y reducir a la querellante, pero en modo alguno cabe apreciar en tal actuación una finalidad lúbrica o de atacar la integridad moral de la querellante", concluye el instructor en su auto.

Para justificar el archivo, el magistrado se basa en primer lugar en las declaraciones prestadas el pasado abril por la activista, el policía y el fotógrafo que inmortalizó lo ocurrido. Según la mujer el agente la agarró del pecho para detenerla y le apretó los senos durante unos 30 segundos y "sonreía al hacerlo", algo que niega el Policía, que reduce el contacto físico a unos 10 segundos.

Además, apunta El juez señala que del examen de las fotografías aportadas revela que el contacto con los senos alegado por la querellante "no fue el único contacto físico mantenido entre ella y el agente", observando "una actitud de clara resistencia" por parte de ella, "hecho que justificaba su reducción por la fuerza".

Riesgos de la desnudez

Añade además que, "el hecho de realizar la protesta desnuda de cintura para arriba suponía la posibilidad de que, en su previsible reducción por la fuerza, se produjera algún contacto físico con su pecho desnudo, máxime si a esa reducción se oponía una resistencia activa". En cuanto a la alegada sonrisa del querellado, el juez apunta que "no puede alcanzarse una valoración concluyente", apostillando que "el gesto que consta en las fotografías podría ser una sonrisa o también una mueca por el esfuerzo, como alega el querellado".

Desde JUPOL, su secretario general, Aarón Rivero, ha declarado que están "muy satisfechos con el archivo de la causa". "Es surrealista y ridículo que un agente de la Policía Nacional haya tenido que pasar por este trance por una denuncia falsa y torticera de una activista de Femen", según señala el sindicato policial.

El pasado mes de abril , el juez admitió la querella de la activista por supuestos abusos -agresión sexual tras la reforma operada por la denominada ley del 'sólo sí es sí'-, al considerar que los hechos denunciados presentaban "características que hacen presumir la posible existencia de delito", y que era necesario practicar determinadas diligencias al no estar determinadas "la naturaleza y circunstancias de tales hechos ni las personas que en ellos han intervenido".

Según la querella a la que tuvo acceso este diario la acción de Femen, de naturaleza "simbólica y pacífica", consistía en gritar ante los manifestantes: “al fascismo ni honor, ni gloria". Como es seña de identidad de este colectivo, tres mujeres de este colectivo mostrarían sus senos durante la protesta, que "se ha ido repitiendo durante varios años en el mismo lugar, y siempre ha sido interceptada por la policía". 

Cuando las activistas se quitaron los abrigos "llegaron a su encuentro varios policías, todos hombres" y, mientras alguno de ellos, procedían a la detención de las dos compañeras de la víctima, "con evidente profesionalidad" uno de ellos- cogió a ésta por detrás "apretándole sus senos con ambas manos, lo cual era obviamente innecesario para la detención, abusando de su situación de superioridad, y sirviéndose de su condición de agente de la autoridad".