Resaca de las municipales

El PSOE andaluz lo pierde todo y afronta el 23J con marejada interna contra Espadas

El PSOE andaluz lo pierde todo y afronta el 23J con marejada interna contra Espadas

Juan Espadas, tras el 28M

Juan Espadas, tras el 28M / Joaquín Corchero /EPE

Isabel Morillo

El PSOE andaluz afronta el 23 de julio sin tiempo para pasar por el diván ni lamerse las heridas. El análisis de la segunda derrota en menos de un año se hizo en 48 horas y con el calendario apretando para que las agrupaciones provinciales comiencen a elaborar las listas al Congreso y al Senado. La “huida hacia delante” de Pedro Sánchez con el adelanto electoral, como la calificó el PP-A, le ha hecho un favor al secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas. Nadie va a cuestionar públicamente su liderazgo, ni siquiera Ferraz puede pedirle cuentas porque el desastre ha sido equivalente en todo el territorio nacional. La fecha inminente de nuevas elecciones obliga a cerrar filas y ponerse a trabajar.

Esa calma interna es un espejismo y no significa que todo este tranquilo. Es solo un aplazamiento. Los cuchillos, enfundados, se van afilando. Hay movimientos internos, que aún son subterráneos. Nadie oculta en el partido que todos los pasos desde este momento se dan sin perder de vista que si hay desastre, si el PSOE pierde el Gobierno de España, "el partido se dirigirá a un congreso antes de que acabe el año" en un escenario interno muy convulso, admiten varias fuentes socialistas consultadas. En esa nueva pantalla, Espadas tendrá pocas salidas. En palabras de un dirigente socialista: “Si sale mal habrá un congreso antes de final de año y como todo el mundo lo sabe en el fondo ya se están tomando posiciones. Ahora todos nos pondremos la camiseta pero nadie pierde de vista qué quiere ser de mayor y hay quien está pensando dónde se tiene que alinear para unas nuevas primarias”. El mensaje hacia fuera de todos los cuadros, alcaldes que han sobrevivido en sus alcaldías, dirigentes provinciales, diputados… es que “ahora toca hacer las listas” y “si sale bien el 23-J algunos podrán respirar y empezaremos a mirarnos por dentro”.

Marejada interna

El mar de fondo está ya produciéndose y los dirigentes socialistas en Andalucía otean para ver por dónde les puede venir el viento. No hay una alternativa clara a Espadas en mitad de un panorama convulso. Tampoco hay críticas hirientes contra el líder andaluz. Le reprochan que “no haga equipo”, que “desconfíe”, no tenga un núcleo duro y que en ocasiones sea “demasiado dubitativo”. “Juan (Espadas) solo se fía de Juan” o “cuando gobiernas puedes tomarte tiempo y reposar los asuntos. Cuando tienes un BOE para hacer anuncios puedes permitirte ese estilo. Cuando estás en la oposición se necesita otro ritmo. Frente al Gobierno andaluz hay que actuar con un plan de acoso y derribo, no dándole a todo tantas vueltas. Cuando se afronta un asunto ya ha muerto”, señalan dos cargos socialista en Andalucía. La retirada del secretario de Organización, Noel López, por el caso del secuestro de Maracena desata muchas lecturas internas. Es poco conocido para muchos así que pocos compañeros ponen por él la mano en el fuego. Sí exigen que se respete la presunción de inocencia y no dudan en señalan a "una judicatura rabiosa" contra el PSOE. En Mojácar se supo que la trama de compra de votos afectaba al PP pasadas las elecciones.

La elaboración de las listas electorales siempre genera tensiones en el partido. Más cuando hay poquísimos puestos para repartir tras la durísima pérdida de poder municipal y territorial que han sufrido el 28 de mayo. “Llevamos ya mucho tiempo haciendo listas electorales desde lo orgánico, con candidaturas que no representan a la gente y eso es parte del gran problema de desconexión que tenemos. Ahora más que nunca las listas se están elaborando en clave de primarias. Los dirigentes quieren blindarse para lo que pueda venir”, señala un alcalde socialista.

De momento, la dirección federal ha dejado claro que los ‘derrotados’ en las municipales y autonómicas de mayo que quieran son bienvenidos en las listas de las generales. En Andalucía ya han levantado la mano la presidenta de la Diputación de Huelva, María Eugenia Limón, la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, y se lo piensa el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, que podría liderar la lista al Senado en tándem con María Jesús Montero como uno al Congreso.

Más allá de Susana Díaz

El PSOE andaluz no espera que la elaboración de las candidaturas, que deben aprobarse antes del 10 de junio, fecha del Comité Federal, abra un guerra. No se espera que haya tantas turbulencias como la última vez, cuando Susana Díaz vio cómo Ferraz le cambiaba las candidaturas para laminar a sus afines y colocar por arriba, como era lógico, a los ministros de Pedro Sánchez o a sus hombres de confianza en la ejecutiva. Hubo entrada a ‘susanistas’ y muchos ya han virado para cerrar filas con la dirección federal o andaluza de Espadas. Nadie duda de que habrá cambios para garantizar que quienes ocupen escaño en el Congreso y el Senado sean ‘cien por cien’ de Pedro Sánchez. Sin embargo, nadie cree que vaya a ser un proceso tan belicoso como el de 2019.

La dirección de Juan Espadas ve a Susana Díaz tras los movimientos subterráneos que ya se notan en el PSOE andaluz. Aseguran que “no hay más” y restan importancia. Lo cierto es que la corriente crítica de Díaz está ahí, es evidente, pero espera para alinearse y no para dar una alternativa propia. Los ‘susanistas’ son pocos y crecen los que no muestran ninguna duda de que si hay nueva derrota el 23 de julio, tendrá que producirse el relevo en la dirección andaluza. La expresidenta de la Junta hizo una campaña propia ayudando a alcaldes en pequeños pueblos de la geografía andaluza pero no pasará por ella la alternativa a Espadas.

Fallos en el rádar

La del pasado 28 de mayo fue la segunda derrota que el partido de Juan Espadas no vio venir. La mayoría absoluta de Juan Manuel Moreno el pasado 19 de junio de 2022 pasó sobre ellos como una apisonadora. Entonces señalaron que no llevaban ni seis meses en el puente de mando, que el partido estaba todavía tocado por perder la Junta de Andalucía en 2018, que no habían tenido tiempo de ejecutar los cambios necesarios ni de escribir su propia hoja de ruta como oposición. La orden fue ponerse a trabajar para las municipales. El pasado domingo, en San Vicente, sede del PSOE andaluz, de nuevo no olieron una derrota tan estrepitosa. Hasta la misma mañana daban por seguro que mantenían Sevilla. El hundimiento en Huelva les parecía ciencia ficción. Creían que podían mantener Jaén e incluso gobernar en Cádiz. “Sabíamos que estaba todo muy ajustado, abierto, pero pensábamos que algo iba a caer de nuestro lado”, admiten en el puente de mando. Se equivocaron. El PP gobernará en las ocho capitales, pendiente de un pacto con Jaén Merece Más, y seis diputaciones, todas menos Sevilla y Jaén, que quedan en manos socialistas.

“La pérdida de poder municipal e institucional es brutal”, advierte un dirigente socialista. En realidad, el PSOE-A ha perdido unos 100.000 votos respecto a las últimas municipales de 2019, cuando cosechó unos muy buenos resultados. Sin embargo, ese número le ha dejado desprovisto de cualquier sostén institucional. “Nos hemos quedado sin aparataje”, señala un dirigente del partido. “Muchos no saben lo que significa la institucionalización del aparato, a ver qué se va a hacer ahora con tanta gente que sale. Solo en el Ayuntamiento de Sevilla salen 160 personas que se quedan en la calle”, apuntan desde las filas socialistas. El hundimiento que más ha conmocionado es el de Huelva, pierden una diputación que habían gobernado desde 1979. El PP logró el ‘sorpasso’ en una capital onubense donde el PSOE obtuvo mayoría absoluta hace cuatro años y está perdida toda la sierra de la provincia. “En Huelva, el PSOE se ha quedado sin estructura y es el de la agrupación del último pueblo el que te llena un mitin”, advierten en el partido. Ya sufrieron un ERE importante cuando perdieron la Junta pero este es aún más grave, admiten, porque los deja sin red institucional salvo las diputaciones de Sevilla y Huelva. “Es si cabe más doloroso”, dice un dirigente provincial.

Borrados por Cataluña

En el PSOE andaluz ya asumen que han pasado a ser “irrelevantes” en la estructura federal, que han perdido peso en el partido desde hace mucho y las últimas elecciones confirman, admite un veterano, que “la única estrategia territorial que ha funcionado es la del PSC en Cataluña”, por una apuesta evidente por este territorio en detrimento de Andalucía, que ahora es un fortín electoral del Partido Popular.

El radar falló por segunda vez y la lectura interna elude la autocrítica y se limita a decir que han recuperado 400.000 votos respecto a las autonómicas de junio. Considera que se ha “recuperado voto prestado” a Juan Manuel Moreno y que se frena el trasvase de votantes socialistas al PP. En el análisis de la derrota se señalan varios factores, todos exógenos. Señalan que la fragmentación a la izquierda del PSOE tiene un elevado coste y beneficia al PP. Suman que la derecha ha logrado reagruparse y absorber a Cs. Por último, lamentan que el votante de derechas está hipermovilizado en una estrategia exitosa de acoso y derribo contra Pedro Sánchez.

¿Y ahora qué? La misión, dicen, es sacar a la gente de la abstención, erosionar al contrario, en una campaña “al higadillo”. “Si te mandan a un mitin a uno del pueblo de al lado a que te grite ‘Que te vote Txapote’… nosotros no sabemos hacer las cosas así. Habrá que pensárselo”, dice un miembro destacado de la ejecutiva.