GIRO EN LA RECTA FINAL DE LA CAMPAÑA

Feijóo se centra en atraer a los votantes de Vox para restarle fuerza tras el 28-M

El PP inicia la segunda fase de la campaña con mensajes muy claros para concentrar el voto de la derecha en torno al PP. Feijóo seguirá apelando a los votantes de Vox para ganar apoyos y que Abascal tenga la menor fuerza posible para exigir en futuros pactos

Feijóo junto a Carlos Mazón y María José Catalá en el mitin de la plaza de toros de Valencia.

Feijóo junto a Carlos Mazón y María José Catalá en el mitin de la plaza de toros de Valencia. / JORGE GIL

Paloma Esteban

En los días definitivos, la recta final hacia el 28 de mayo, el PP va a centrar su mensaje en un llamamiento inequívoco a la concentración del voto de la derecha. Alberto Núñez Feijóo cerró ayer el mitin más importante para su partido en la ciudad de Valencia con una apelación directa —la primera que hace— a los votantes de Vox. No será la última. La previsión es que en sus próximas intervenciones la principal línea política sea esa: el PP necesita ganar más apoyos dentro de su propio bloque para coronarse como ganador en las próximas elecciones y, en segundo lugar, restar fuerza al que está llamado a ser su socio en muchos territorios donde no tendrá mayoría absoluta.

Génova quiere sortear al partido ultra en los gobiernos o, por lo menos, mermar su influencia el máximo posible. No hay trasvase de votos de Vox fuera del bloque de la derecha. Es decir, los que pierde la formación de Santiago Abascal van directos a las siglas del PP. Como publicó este diario, Feijóo planea un empujón final de campaña en el que la polémica de las listas de 

Las menciones a las alianzas parlamentarias de Pedro Sánchez y “las mentiras” del presidente, como repite ahora machaconamente Feijóo en lo que tiene que ver con sus pactos, se mantendrán. Pero no serán el eje del discurso: sí lo va a ser el llamamiento expreso a los electores de Vox y a los que quedan de Ciudadanos (un porcentaje muy pequeño que se los sigue quitando al PP) para que se sumen a la única fuerza que realmente se disputa el poder con el PSOE.

“No penséis que el voto es solo un papel. Pensad en el papel que queremos que tenga nuestro voto. Y si queréis cambio, concentrad el voto en el PP”, dijo el líder conservador en una plaza de toros abarrotada que en este momento se ha convertido ya en el principal símbolo de esta campaña. Dirigentes de nivel sufrieron pensando en este acto, organizado al completo por el PP valenciano y negándose a recibir apoyo de la dirección nacional. En mitad de la guerra de cifras de asistentes con el PSOE y las críticas al tamaño de sus actos, el PP exhibió un músculo definitivo en la comunidad clave de este 28-M.

Al mensaje de Feijóo le precedió el candidato a la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, que habló igual de claro. “No podemos dividir esfuerzos. La división nos aleja del cambio que ya tocamos con las punta de los dedos”, advirtió. En este momento, la Comunidad Valenciana se encuentra prácticamente en empate técnico. Algunas encuestas dan viable la suma de PP y Vox. Y otras, como la de Prensa Ibérica, confirman la victoria del PP pero Ximo Puig podría reeditar su Govern. La realidad es que dependerá de un puñado de votos. Y en ese contexto, el PP entiende que debe ser la fuerza hegemónica del centro derecha.

Allá donde la suma sea posible (Aragón, Castilla-La Mancha, Baleares, Cantabria, además de Madrid y Murcia en función de si llegan o no a la mayoría absoluta) el PP quiere que Vox tenga la menor fuerza posible. Y por eso la unificación del voto es tan importante, reconocen fuentes de la dirección. En los últimos días los expresidentes del Gobierno, José María Aznar (en Castilla-La Mancha y Murcia) y Mariano Rajoy en Madrid ya enviaron el mismo mensaje de agrupar todo el electorado en torno a las siglas populares. La llamada al voto útil, que se repite campaña tras campaña, podría ser decisiva en este escenario que sigue tan abierto.

Como publicó este diario, la dirección nacional siempre ha sido partidaria de no hablar de pactos tras el 28-M. Los territorios tienen esa orden y la están cumpliendo igual que hace Génova. La única apelación a Vox será la de atraer a sus votantes, pero en ningún caso el partido debe abrirse a entendimientos hasta que no pase la noche electoral. Menos aún darlos por hecho en sus intervenciones públicas.

Además, se trata de una estrategia que deja de lado la primera semana de la campaña tan copada por las listas de Bildu. En el acto de Valencia, con cerca de 12.000 asistentes según en el PP, hubo referencias mucho más leves que los pasados días. Es cierto que los candidatos valencianos, que también se juegan mucho en clave nacional, también hablaron de la presencia de “terroristas” en candidaturas. Pero Feijóo limitó las menciones notablemente y en comparación con Isabel Díaz Ayuso, que sigue decidida a hablar de la izquierda abertzale en lo que queda de su campaña.

Las divergencias sobre esta cuestión se han hecho visibles, sobre todo en lo que respecta a la estrategia jurídica. Ayuso sigue pensando que es viable analizar la ilegalización y el PP nacional cierra esa puerta convencido de que no hay nada que hacer en el Tribunal Supremo.