DEBATE

Ayuso repele los ataques de Más Madrid y Podemos y se revuelve contra Vox

Lobato adopta un papel institucional sin entrar en la confrontación personal con ningún candidato en un debate sin ritmo

La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso.

La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso. / Europa Press

Elena Marín

El único debate de todos los candidatos a la presidencia de la Comunidad en Madrid ha sido como se preveía, un todos contra Isabel Díaz Ayuso, pero la forma de hacerlo de cada uno de ellos ha sido muy distinta. La de Ayuso, la misma: confrontar levemente con todos ellos pero evitando el enfrentamiento personal y esperando el momento para atacar a Pedro Sánchez. Ya casi al final de esta cita a cinco, pasadas dos horas, la dirigente popular ha resumido cómo afrontaba el debate: "La única ilusión de la oposición en bloque es que yo no pueda gobernar, se necesitan entre ellos".

El inicio del encuentro en Telemadrid, en cualquier caso, apuntaba ya claramente a dónde quería llevar Ayuso este debate: "El 28 de mayo hay que decidir entre una comunidad ambiciosa gestionada por el Partido Popular o los que proponen subir impuestos, votar a ETA o dar las casas a okupas". Las apelaciones a Sánchez han llegado más tarde, primero al hablar de economía y después, ya abiertamente en el bloque final dedicado al papel de Madrid en España: "Sánchez odia a Madrid y podrá ir a por todo, pero no a por Madrid y menos con sus socios de ETA".

Debate lento

Pero hasta ese momento, la cita se ha convertido en una sucesión de monólogos, sin ritmo, sin preguntas concretas ni imágenes o planos de escucha, donde se viera cómo reaccionaba cada candidato a las críticas del orador de turno, aunque prácticamente la mayoría iban dirigidos a Ayuso. De modo que no fue posible ver cómo reaccionaba la presidenta madrileña a las interpelaciones de sus oponentes.

Pero hubo una escena que se salió del guion. La candidata de Podemos, IU y Alianza Verde, Alejandra Jacinto, que se juega la supervivencia de su partido en la región, buscó la confrontación con Ayuso y logró el protagonismo del debate cuando intentó entregar a la dirigente popular el libro de su exconsejero de Servicios Sociales, Alberto Reyero, "Morirán de forma indigna". Jacinto se ha acercado a su atril pero Ayuso prácticamente la ha echado: "No invada mi espacio". Ha sido el momento más tensos del debate.

Confrontación con Vox

Aunque contenida, y "enfadada" según la líder de Más Madrid, Mónica García, la candidata popular se ha revuelto contra Vox en dos ocasiones concretas, lamentando la "deriva" de la formación y criticando su falta de apoyos en los últimos meses de la legislatura, principalmente por los presupuestos, e intentando diferenciarse de sus políticas de inmigración.

Ayuso ha echado en cara a Rocío Monasterio que busque siempre "relacionar la inmigración con la delincuencia": "Entérese de que somos una comunidad donde no hay forasteros, no hay charnegos, en Madrid todos somos madrileños desde el primer día". Mientras la candidata de Vox sacaba carteles sobre los menas y echaba en cara a la dirigente madrileña que la situación en Madrid no ha mejorado en estos cuatro años y solo podrá hacerlo "con Vox en el Gobierno".

Ataques a la gestión

Mónica García y Juan Lobato compiten entre sí por el liderazgo de la izquierda pero se han ignorado prácticamente durante todo el debate y se han centrado en Ayuso. Sin levantar la voz y con una sonrisa durante todo el programa, la candidata de Más Madrid ha dejado claro en varias ocasiones que su apuesta principal será la sanidad y ha incluido en sus intervenciones varias de sus propuestas. Ella y Jacinto han sido las únicas que han nombrado la polémica sobre el hermano de la presidenta regional y García ha enfatizado que Ayuso "no ha defendido su gestión" durante el debate, alegando que es porque no puede estar "orgullosa de sus políticas".

Lobato, por su parte, ha interpelado en varias ocasiones a los telespectadores, hablando de tú y mirando a cámara, y ha apostado desde el principio por adoptar un papel más institucional y enumerar sus propuestas, al tiempo que ha defendido algunas de las iniciativas sociales de Pedro Sánchez. Su mensaje más repetido han sido las 24 cartas que le ha enviado a Ayuso durante este último año con propuestas concretas y peticiones de reuniones. Pero el ninguneo e la dirigente popular ha sido rotundo: "Las relaciones epistolares son infantiles".

Influencia del debate

Todas las formaciones reconocen la importancia de este debate televisado, pero no coinciden en su grado de influencia. Los partidos de la oposición lo cogen con ganas porque es el único en el que van a poder confrontar con Ayuso, la última oportunidad para intentar desmontar sus argumentos cara a cara. Pero la fecha, alejada casi dos semanas del día de los comicios no ayuda mucho. La dirigente madrileña ha preferido reducir a solo uno estos enfrentamientos y dedicar la campaña a actos y encuentros con vecinos de toda la región donde se encuentra más cómoda y cree que le pueden ayudar a mejorar sus datos.

Además, según los datos de Ipsos España facilitados por su director de Opinión Pública, José Pablo Ferrándiz, en Madrid el porcentaje de votantes "decididos indecisos" apenas alcanza el 6%, mientras en ciudades como Barcelona el resultado es mucho más abierto porque este porcentaje llega hasta el 30%. Son aquellos que tienen claro que van a ir a votar pero no saben aún a qué papeleta introducirán en la urna. "El debate y la campaña influyen cada vez más en el resultado final de unas elecciones", dice Ferrándiz, pero en Madrid, con estos datos, reconoce que las cosas no parece que vayan a moverse mucho.