ELECCIONES AUTONÓMICAS

Bolaños se vuelca en el PSOE madrileño mientras la campaña de Lobato genera "desconcierto" interno

Las propuestas económicas del candidato socialista tienen en tensión a parte de la formación en Madrid

Félix Bolaños con Juan Lobato, junto a Francisco Martín y Reyes Maroto, en los actos del 2 de mayo.

Félix Bolaños con Juan Lobato, junto a Francisco Martín y Reyes Maroto, en los actos del 2 de mayo. / EFE

Elena Marín

 “Juan tiene las cosas muy claras, sabe a dónde quiere ir y cómo, otra cosa es que acierte”. Esta coletilla final se repite entre varias fuentes consultadas en el Partido Socialista de Madrid. Juan es Juan Lobato, candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid, y las dudas sobre si el rumbo elegido es el correcto se producen porque el secretario general del partido ha decidido orientar sus propuestas de campaña hacia el centro más liberal en lugar de mirar hacia su izquierda. Y eso en un partido que se dice progresista con tanta competición a su izquierda no se entiende igual en todo el partido. Sobre todo cuando algunas de sus propuestas chocan incluso con las que salen de La Moncloa, o cuando un ministro como Félix Bolaños empieza a ser omnipresente en Madrid.

La presencia creciente del ministro en la región provoca “recelos” entre algunos miembros del Partido Socialista de Madrid. Antes de la bronca que protagonizó con Isabel Díaz Ayuso en los actos del 2 de mayo, el ministro ya empezaba a ser habitual de las fotos en Madrid. Sus apariciones en los actos de campaña de Lobato o de Reyes Maroto son constantes desde hace semanas, aunque es cierto que esto entra dentro de la lógica política, lo hace como ministro de Madrid igual que María Jesús Montero lo hace en Andalucía.

Presencia creciente de Bolaños

Pero en el partido no olvidan que fue él quien, entre otros, dispuso al PSOE de Madrid a favor de Lobato en las primarias del pasado otoño: “La agrupación de Latina a la que pertenece (el ministro) dudó, pero se decantó finalmente por Lobato, y sin esos votos igual no lo hubiese logrado. Así que podríamos decir que (el actual candidato) le debe el cargo”. También recuerdan que el nuevo delegado del GobiernoFrancisco Martín, ha sido mano derecha de Bolaños en Moncloa, aunque Lobato hizo saber que tenía también su apoyo y fue consultado. “Todo el mundo ve raro” ese movimiento con Martín y el “protagonismo” de Bolaños, explican en la formación madrileña.

“En los procesos electorales cada uno adapta su discurso a las características de cada región. Madrid es extraordinariamente abierta en lo económico, socialdemócrata o cuasi liberal y el perfil de Lobato, que viene de la hacienda pública, está muy sensibilizado" con ese planteamiento económico, explica un miembro del partido que defiende al candidato y su permanencia a largo plazo pase lo que pase el 28 de mayo. “Compite en Madrid y tiene que desmarcarse de Sánchez”, apunta otra que no se decanta claramente ni a favor ni en contra, pero sí ve claro que Lobato apuesta por apelar al “votante moderado” dejando más de lado a la izquierda, y esto sí le escuece más: “Nos lo estamos jugando todo”. El “descontento” y el "desconcierto" en una parte del partido, existen.

Tanto que en la formación madrileña se susurra que el futuro de Lobato puede quedar en el aire si los resultados no le acompañan; aluden incluso a la posibilidad de crear "una gestora" si todo se tuerce, y que los movimientos de Bolaños son para tener “controlado el partido”, tanto si le va bien como mal al candidato. Quedan "pocos meses" para las generales, señalan las mismas fuentes, y si en diciembre a Pedro Sánchez no le fuera bien, “tener territorio” para lo que venga después es una baza a la que agarrarse.

Hoja de ruta propia de Lobato

La última declaración de Lobato marcando distancia con lo que llega del Gobierno de Pedro Sánchez ha sido esta misma semana. Aseguró sin complejos en una entrevista en Onda Cero que está “en contra de topar los precios del alquiler”, cuando ha sido su propio partido, junto con Unidas Podemos, el que ha sacado adelante la Ley de Vivienda que promueve esta medida allá donde se declaren zonas tensionadas. Por mucho que el candidato socialista explicara que está de acuerdo con la ley estatal, que “ya era hora” de que se aprobara y que no se siente un “insumiso” por sus declaraciones, lo cierto es que su postura se acerca más a la del PP, que se niega a esos topes. Él solo entiende la limitación del precio si es “transitoria”.

También propone un pacto para la vivienda en la Comunidad de Madrid, aunque Pedro Sánchez haya rechazado el propuesto por Alberto Núñez Feijóo a nivel estatal. O se aferra a su reforma fiscal, que pretende poner patas arriba la hacienda regional y que ha puesto negro sobre blanco en el programa económico que ha presentado hace unos días, a pesar del ruido y el malestar que generó en parte del PSOE cuando empezó a hablar de ella hace unos meses. Su plan es reducir impuestos, un mantra que repite el PP y que toda la izquierda censura, aunque él matiza cuando lo explica que lo aplicaría solo a las rentas medias y bajas mientras que se incrementaría en las más altas. En su cabeza, la fórmula es que el 95% de la población mantenga la misma presión fiscal (o algo menos) y solo el 5% de las rentas más altas tengan un incremento de los impuestos.

Impacto en el sur

Y así, va sumando propuestas que en el ala izquierda del partido chirrían y sorprenden. “Sigue habiendo dos almas en el partido. Están ahí. Son las que se presentaron a las primarias y siguen representando Juan (Lobato), con sus propuestas más centradas y formas más moderadas, y Javier Ayala (alcalde de Fuenlabrada), con posturas más a la izquierda y formas más vehementes”, explica una fuente de la formación. “Las diferencias dentro del partido existen”, resume un miembro de la formación socialista madrileña que reconoce que hay propuestas de Lobato que se cuestionan internamente. “Ciertos discursos no calan en el sur”, lamenta otra. Lobato, sin embargo, cree que la solidez de algunos alcaldes en los distintos municipios del sur servirán para arrastrar el voto socialista hacia la candidatura autonómica.

“Va a tener difícil quedarse si todo va mal o no mejora los resultados”, augura una tercera fuente. Esta última es la más dura de las advertencias, porque muestra cómo dentro del partido hay quien apuesta por no darle una segunda oportunidad si no recupera el liderazgo de la oposición. Fuentes cercanas al candidato, sin embargo, insistían en los últimos datos en cómo los sondeos y datos internos señalan que mejoran mucho respecto a 2021.

En su entorno cercano son conscientes de que hay miembros del partido que consideran que tiene que ser “más contundente con Ayuso”. Mientras él “tiene clara su hoja de ruta”, en su partido hay voces que discrepan de la estrategia: “Cree que compite con Ayuso, pero en realidad lo hace con Más Madrid”. Por eso no entienden que sus propuestas vayan a la caza del “voto moderado” o incluso “liberal” en lugar de intentar arrebatar votos a los de Mónica García y a Podemos.

Equilibrio territorial

Sus defensores explican dos cosas. La primera, que Lobato representa al PSOE “de toda la vida, sin radicalismos”. La segunda, que tiene que pensar en el conjunto de la región, no solo en el sur, y que precisamente eso es lo que beneficiará a los municipios con menos recursos o mayores necesidades. “Tiene que haber un equilibrio territorial, posturas más centradas a nivel global”, porque de esa forma, explican, las riquezas que generen las arcas públicas de determinadas localidades permitirán mayores aportaciones en las del sur o donde sean necesarias.

Que en Ferraz le han dejado vía libre para que haga la campaña como estime oportuno, que él “no haría nada que incomode” realmente a Moncloa o que “los desacuerdos están pactados” es algo que reconocen distintas fuentes de la formación. Pero el riesgo de cómo cala el mensaje en Madrid está ahí. “Va a por todas, pero sabe que si pierde pueden pedir su cabeza”, resume uno de sus apoyos.