Asamblea de Madrid

Ayuso marca distancias con Vox tras no aprobarle los presupuestos y tumbar su incentivo para extranjeros: "Que cada uno siga su camino"

Monasterio recuerda a la presidenta que ha aprobado 20 leyes esta legislatura gracias a su apoyo

Ayuso rompe con Vox: “Que cada uno siga su camino, no me van a arrastrar en la deriva que están tomando”

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Elena Marín

"Definitivamente, es bueno que a partir de hoy cada uno siga su camino". Con esta frase, Isabel Díaz Ayuso ha dado por disuelta la asociación entre VoxPPque durante los cuatro últimos años le ha permitido gobernar. El último pleno de la Asamblea de Madrid ha sido más que una sesión de control, una sesión de escenificación, en la que la dirigente popular ha querido marcar distancia con Vox para afrontar las próximas semanas de precampaña soltando lastre para caminar sola y buscar un nuevo gobierno en solitario. El clima electoral que ha reinado en el pleno también se ha dejado ver en los mensajes de Ayuso a la izquierda, a la que ha buscado dividir confrontando a los grupos madrileños con los problemas que sus formaciones tienen a nivel nacional.

"Es una pena que no lleguemos (a este último pleno) en un clima de entendimiento de grupos distintos", ha lamentado Rocío Monasterio antes de escuchar cómo Ayuso levantaba un muro entre ambas. Previendo que la presidenta madrileña cogería ese camino, la portavoz de Vox recordó que durante esta legislatura su formación ha mostrado su "buena disposición" permitiendo que el Gobierno regional sacara adelante 20 leyes y ha querido destacar que mientras el PP ha rechazado hasta "34 iniciativas" de su grupo, Vox solo ha votado en contra de "siete, y con la de esta tarde (incentivos fiscales a inversiones extranjeras") ocho".

Deriva de Vox

Ayuso ha buscado en cualquier caso el equilibrio al tiempo que la humillación a Vox. "He mostrado el máximo respeto por su partido cuando la hipocresía de la izquierda", ha señalado, pretendía "que ustedes no tuvieran representación" en la Mesa de la Asamblea. "Nos hemos entendido, pero en la deriva en la que ha caído su partido, no me van a arrastrar con ella. No entienden que la vida son matices, y cuando parten, alguna vez, de la razón la pierden por sus formas y su supuesta superioridad moral". Y ha vuelto a repetir, por si no había quedado claro al principio: "Cada uno mejor por su cuenta".

Desde que en diciembre del año pasado la formación de Monasterio decidió no apoyar los presupuestos del Gobierno regional, la relación entre PP y Vox se ha ido deteriorando. Ayuso solo ha conseguido aprobar unos presupuestos en los cuatro años que lleva gobernando, los dos primeros en coalición con Ciudadanos, y confiaba en un nuevo proyecto para afrontar el año electoral con pista libre para Hacienda. Pero la negativa de Vox, derivada de un retraso en la presentación de las enmiendas por parte del equipo de Monasterio y una madeja que se fue enredando entre ambas formaciones desde ese momento, ha provocado un enfrentamiento cada vez mayor entre las dos dirigentes políticas. Y el culmen de esa hostilidad manifiesta ha llegado este jueves, al que Vox ha llegado advirtiendo de su rechazo a una de las medidas estrella de Ayuso en este final de legislatura, los incentivos fiscales para los inversores extranjeros o de madrileños que quieran volver a su región tras unos años fuera que le permitían confrontar con Pedro Sánchez y su impuesto a las grandes fortunas, que afecta principalmente a Madrid y Andalucía.

Mensaje xenófobo

En este intento de distanciarse de Vox, Ayuso ha repetido este jueves otra vez un mensaje en el que deja sobrevolar la xenofobia de la formación de ultraderecha: "Tienen un lenguaje preocupante, con los de fuera y los de dentro, cuando Madrid es una región internacional" y "un lugar de acogida" para los ciudadanos que llegan de países latinoamericanos cuyos gobiernos de izquierdas critica la presidenta madrileña. "Oyen extranjero y se nublan, pero es exterior!", les ha espetado en referencia al proyecto de incentivos fiscales para inversores extranjeros que se votará esta tarde.

La supervivencia de Podemos

La presidenta no solo ha arremetido contra Vox. La despedida del Pleno ha incluido mensajes a la izquierda y una intencionalidad muy clara: dividirla. La tensión entre la plataforma Sumar de la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz y Podemos ha llegado también a Madrid, donde la formación de Mónica García se ha agarrado al brazo de Díaz y ha confirmado su presencia en el acto de lanzamiento de Sumar mientras los morados discuten aún qué tipo de colaboración quieren tener con esta plataforma.

Las encuestas apuntan que Alejandra Jacinto, candidata de Unidas Podemos para la Asamblea de Madrid, está rozando la supervivencia. Su formación podría no llegar al 5% necesario para obtener representación si continúa la tendencia de los sondeos y, por los mecanismos de la ley electoral, la falta de representación de esta formación podría traducirse en más escaños para el PP. Es decir, que la mayoría simple o absoluta de Díaz Ayuso en las próximas elecciones podría depender de la desaparición o no de Unidas Podemos.

Con esta idea sobrevolando las estrategias electorales, la presidenta regional se ha lanzado al cuello de Jacinto: “Podemos ya no es nada. Podemos nació en Venezuela y murió en Galapagar”. La dirigente de Unidas Podemos ha utilizado su intervención, prevista para censurar las políticas de Vivienda de la Comunidad, para explicar cuán diferente es su agenda de teléfonos de la que puede tener la presidenta, entendiendo que la de Ayuso estará llena de nombres de empresarios. "A lo mejor el teléfono que le falta en su agenda es el de Yolanda Díaz, que les ha abandonado. (...) Están pasando a la absoluta irrelevancia en política".

También Más Madrid y PSOE han buscado hacer un repaso de las políticas del Gobierno que dan por fallidas. Mientras Mónica García se ha centrado en recordar lo ocurrido en las residencias de mayores durante la pandemia y denunciar la situación actual en la que se encuentran, el socialista Juan Lobato, más allá de enumerar los incumplimientos de Ayuso, ha aprovechado para lanzar su candidatura, y haciendo un guiño a su nueva campaña electoral lanzada este jueves y en la que procura reírse de su escaso conocimiento entre la opinión pública: "Soy Juan Lobato", ha lanzado en el hemiciclo.

Ayuso ha tirado de ironía, y aunque la cita era para García, ha servido para despedir a todas sus señorías hasta la próxima legislatura: "Puede marchar en paz, que vengo inspirada del Vaticano".