CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

El Congreso pone a Tamames una moción de censura de 48 horas: 21 y 22 de marzo

La presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, fija las fechas de una moción de censura de la que se sabe su desenlace: el fracaso

Batet confirma que la moción de Vox se celebrará el 21 y 22 de marzo.

PI Studio

Ángel Alonso Giménez

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha anunciado este lunes que la nueva moción de censura de Vox contra el presidente del Gobierno se celebrará durante los días 21 y 22 de marzo. El candidato propuesto, Ramón Tamames, afrontará por tanto un debate de 48 horas como máximo, ya que comenzará por la mañana y se prolongará hasta el día siguiente.

Batet ha hablado con el presidente, Pedro Sánchez, con Tamames y con el líder de Vox, Santiago Abascal, antes de hacer públicas las fechas, aunque no la hora de inicio del día 21, ya que la propuesta la hará este martes a la Junta de Portavoces como órgano encargado de concretar los horarios de las sesiones plenarias.

Es la segunda moción de censura de Vox de la legislatura. La primera, en octubre de 2020, acabó en fracaso, en incontestable fracaso de hecho. Fue Abascal el candidato y el Congreso, en un hemiciclo semivacío porque pesaban aún las restricciones por seguridad sanitaria derivadas de la pandemia del coronavirus, le dijo "no" con nitidez. 298 noes recibió, en concreto. Sólo le apoyaron los 52 diputados y diputadas de su partido.

Todo indica que el desenlace de esta segunda moción será el mismo. A la espera de la cifra de pronunciamientos en contra (que rondará los 200), ningún otro grupo que no sea Vox ha anunciado su sí. El PP se va a abstener, es lo que ha dicho su líder, Alberto Núñez Feijóo, quien, por cierto, no tiene previsto asistir a la Cámara durante los días de la moción. Puede hacerlo pese a no ser diputado. Como es senador, puede entrar en el hemiciclo y situarse junto a su secretaria general y portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra. Lo hizo en el debate sobre el estado de la nación de julio de 2022.

Pero no estará. Su ausencia es uno de esos aspectos más formales, o de puesta en escena, que convertirán el pleno del 21 y 22 de marzo en una sesión especial. Primero porque es una moción de censura, una iniciativa enmarcada en las potestades de la confianza parlamentaria, que son dos: la cuestión de confianza, a iniciativa del presidente, y la moción de censura, a iniciativa de la oposición.

Y además porque en el reglamento esta figura tiene un desarrollo propio: interviene primero, como presentación del candidato, uno de los diputados firmantes de la moción. Santiago Abascal, el 21 de marzo, asumirá ese papel. Luego hablará, el candidato, sin limitación de tiempo.

Los miembros del Gobierno pueden tomar la palabra cuando deseen y tampoco han de limitarse temporalmente. Los que sí deben ajustarse el reloj son los portavoces de los demás grupos parlamentarios, que irán compareciendo en la tribuna de oradores en orden de menor a mayor número de escaños: 30 minutos, primera alocución; 10 minutos, la réplica.

La votación cierra la secuencia. Votación que anunciará con antelación la presidenta del Congreso, ya en el transcurso del debate. Los pronunciamientos son a viva voz, es decir, uno de los secretarios o secretarias de la Mesa lee los nombres de sus señorías, quienes, desde el escaño, se levantan y pronuncian "sí", "no" o "abstención". Los letrados van sumando. La presidenta leerá el resultado. Y fin del pleno.

¿Cuándo votarán los diputados y diputadas? Se sabe que el 22, es lo que ha avanzado Batet, pero no a qué hora. Dependerá de la duración de las intervenciones y de cuántas intervenciones haya. Como los integrantes del Gobierno pueden hablar cuando quieran y durante el tiempo que quieran, definir un tope temporal se antoja complicado. La moción de censura de Abascal, la de hace dos años y medio, duró más de 16 horas.

Puede influir la actitud que adopten los portavoces. El de ERC, Gabriel Rufián, sondeó a sus homólogos de las formaciones progresistas con presencia en la Cámara Baja para ver si pactaban una actuación de protesta. Los tanteos no han cuajado. Cada portavoz actuará como considere, si bien algunos se decantan por consumir muy poco tiempo de la primera alocución y renunciar a la réplica. Estas fuentes explican que un comportamiento así no es por despecho a la moción, figura constitucional que respetan, sino por las intenciones que Vox ha depositado en la herramienta y en los objetivos que buscan.

Causa extrañeza el perfil del candidato. Tamames tiene 89 años y fuentes parlamentarias indican que en la Presidencia del Congreso se da por seguro que tanto la edad del economista como su estado de salud conllevarán una puesta en escena distinta. Que Tamames comparezca de pie, incluso que suba a la tribuna, son cuestiones que están en el aire.

Adolfo Suárez afrontó una moción de censura (de Felipe González). González afrontó la suya (de Hernández Mancha, de Alianza Popular). Ni José María Aznar ni José Luis Rodríguez Zapatero tuvieron que hacer semejante travesía. Mariano Rajoy vio cómo le presentaban dos, la de Pablo Iglesias y Pedro Sánchez.

El actual presidente del Gobierno triunfó. El suyo es un caso único. Desde que está en la Moncloa, ha experimentado y experimentará dos, ambas de Vox (habría tiempo a una tercera entre septiembre y octubre de este año, antes de la disolución de las Cortes). El suyo seguirá siendo un caso único a partir del 22 de marzo. Hasta entonces, 48 horas, como máximo, de debate.