'El país de los demonios'

El fiscal apartado del caso Villarejo relata las presiones y el desgaste que sufrió en un nuevo pódcast

Stampa relata cómo pasó a ocuparse del caso con Serrano desde la denuncia inicial hasta que tuvo que dejar Anticorrupción

José Manuel Villarejo.

José Manuel Villarejo.

Ángeles Vázquez

La plataforma Spotify vuelve a apostar por el caso Villarejo para un pódcast. 'El país de los demonios' recorre Tándem, la causa en la que se investigan las cloacas policiales y cuyo imputado principal es el excomisario José Manuel Villarejo. Esta vez el tema es el coste personal que puede tener una investigación de estas características para los investigadores cuando abren la caja fuerte del expolicía y salen de ella todos los 'demonios' del país a través de los audios que grabó durante décadas.

Sus autores, Álvaro de Cózar y Eva Lamarca, director y guionista, respectivamente, te acercan a los fiscales Anticorrupción que detuvieron al controvertido expolicía en noviembre de 2017: Miguel Serrano e Ignacio Stampa. El primero continúa en la causa, pero el último no fue renovado en la comisión de servicios por la que estaba en Anticorrupción en una polémica decisión de la anterior fiscal general del Estado, Dolores Delgado, enturbiada por la investigación interna que se abrió al representante del ministerio público y cuyo archivo supuestamente se retrasó hasta después del Consejo Fiscal en que se decidía la renovación de la Fiscalía Especial.

Desde Lanzarote

A lo largo de 10 capítulos de media hora cada uno, Stampa acompaña la narración de Álvaro de Cózar continuamente. Va contando sus sensaciones cuando en mayo de 2016 llegó a Anticorrupción desde Lanzarote, donde había sido fiscal de Medio Ambiente de Arrecife. Y cómo llegó al caso de la mano del anterior fiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix, cesado al descubrirse que tenía una sociedad offshore en Panamá con sus hermanos por la herencia del chalé familiar.

Stampa relata que conocía al exfiscal de la Audiencia Nacional Jesús Santos, actual abogado del PP, casi de casualidad, porque era cliente de la librería de su madre. Años después, en la comida de despedida de Consuelo Madrigal como fiscal general del Estado, Moix se le acerca y le comenta que Santos le ha hablado del buen trabajo que hace, lo que facilita que cuando es nombrado fiscal jefe Anticorrupción le encargue lo que se convertiría en el caso Villarejo.

Según la versión que ofrece Stampa en el pódcast, es él quien, consciente de la envergadura del encargo, busca un compañero y quien acepta es Serrano, que dice dos frase que a su compañero que este interpreta como una especie de vaticinio: “Lo peor va a ser el fuego amigo” y “No llegaremos juntos a la otra orilla”.

Cózar, autor también de los pódcasts ‘V. Las cloacas del estado’ y ‘Xrey’, narra cómo les llegó la denuncia que dio origen al procedimiento, a través de un exagente del CNI y cómo se produjeron los registros y la tensión que se vivió ese día.

Stampa lo recuerda tan bien que cuenta cómo sintió que los abogados de Villarejo le decían con la mirada que no sabía dónde se estaba metiendo. Tanto él como Serrano lo empezaron a barruntar cuando descubrieron los pendrives y microcintas de casete que el excomisario guardaba en su caja fuerte, lo que confirmó los rumores de que grababa a todo el mundo.

Como la querella que prepararon para instar el arresto incluía la coletilla “y otros encargos que haya podido recibir”, los dos fiscales tuvieron manos libres para instar al Juzgado Central de Instrucción número 6 abrir piezas independientes para investigar todos los demonios que salían de su caja fuerte, por los encargos de sus clientes, entre las que estaban empresas del Ibex y hasta la examante del rey emérito Corinna Larsen.